El Solomillo Regente

Los edificios del Arrabal de Shadaleen son viejos y pequeños, y están repletos de humedades. La rápida expansión de las viviendas en los inicios de la ciudad favoreció el levantamiento de construcciones con mano de obra rápida y materiales paupérrimos. La posada del Solomillo Regente es una de esas edificaciones de baja calidad, en armonía con la pobreza de los alrededores.

Su fama creció cuando un grupo de aventureros compró la propiedad a su antiguo dueño y utilizaron el inmueble tanto como hostelería como para promover sus servicios como mercenarios a sueldo. La era de actividad del Solomillo llegó a su fin cuando la mayoría de sus gerentes desaparecieron del reino tras un encargo importante; sin nadie a cargo del negocio, la posada se sostuvo durante unos meses gracias al buen hacer de sus camareros y cocineros, hasta que el ataque de un villano malasthino acabó con la vida de uno de ellos y con el piso inferior. No quedaron más que brasas y la sombra de lo que fue el Solomillo.

Pasaron los meses y la taberna quedó en completo abandono. El anterior dueño, que había empleado el oro que obtuvo de la primera venta en expandir sus riquezas, regresó a visitar su antigua posada. Cuando encontró el lugar en esas condiciones, no dudó en hablar con los burocráticos de la ciudad para hacerse de nuevo con la propiedad. Los patrones que habían tomado como rutina visitar la barra del Solomillo Regente regresaron al ver la posada de nuevo en funcionamiento. E incluso, el propietario no había escatimado en esfuerzos para contratar de nuevo a la antigua plantilla. Tras la desgracia y el olvido, volvía a recuperar la fama de la que gozaba en el Arrabal.

Muchos rumores se escuchan entre las paredes del Solomillo Regente, los cuales son acumulados para después ser cantados por el kobold bardo Bankingar Sonascama. A pesar de que echa de menos a su antigua maestra, no duda en cantar las composiciones que ella le enseñó. Tales secretos son cuchicheados por cada esquina del Arrabal y todo aquel que ayuda a que se extiendan sabe su procedencia. Hay quien dice que son los pajarillos de Shadaleen los que no dejan que los susurros se pierdan entre los vientos. Otros que los rateros se escapan de sus casas para espiar bajo los alfeizares de las ventanas. De un modo u otro, el Solomillo Regente es un lugar conocido para descansar, tomar una buena pinta de cerveza y hierbas, y ponerse al día de los sucesos más sórdidos de la Corte o de la Infraciudad.


Imagen: Memoria

Por Maurick Starkvind

Aprendiz de escritor desde siempre, rolero empedernido desde los trece y nintendero desde los cinco. Empecé en esto de la creatividad porque no había dinero para los salones recreativos.

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