La familia Washington era una de las últimas ramas de Parentela de las Furias Negras que se encontraban en Estados Unidos. Habiendo perdido a la mayoría de Garous en trifulcas de poder, el seno familiar se encontraba en una situación complicada, pues no tenía quiénes le protegiesen. Los espíritus habían augurado una transformación reciente, dirigida a la más pequeña. La joven Mireia había demostrado ser una estudiante muy buena, lo que le permitió elegir una universidad famosa para realizar sus estudios de medicina. Ajena a su naturaleza cambiante, Mireia llegó a la universidad en septiembre de 2003, con una sonrisa de alegría y aguardando un futuro prometedor.
13 de enero de 2004
En la cafetería de la Universidad de Massachussets se encontraba Mireia tomando un desayuno con sus amigas; mientras mantenían una conversación sin mucha relevancia, algo llamó la atención de Mireia: una chica joven, de unos 11 años y con aspecto enigmático había entrado en el lugar. Pidió una taza de leche y una cantidad exagerada de pasteles de crema. Mientras comía tranquilamente aquellos dulces, la chica no le quitaba un ojo de encima a Mireia. Esta situación comenzó a incomodarle, así que decidió irse de ahí, despidiéndose de sus compañeras. De camino a su habitación en la facultad, Mireia divagaba profundamente, ya que esa chica le recordaba a alguien.
Ya en su cuarto, se acostó en la cama. Hacía bastante frío, ya que el invierno había entrado hace poco. Aunque debía estar repasando sus apuntes de anatomía, Mireia comenzó a cabecear; sus ojos se cerraron y cayó en un profundo sueño. Esa noche tuvo una pesadilla; una terrible criatura con forma de lobo gigantesco le perseguía por una árida explanada, a la luz de una luna roja. Había tenido ese mismo sueño desde hace unos años y, aunque quizás debería significar algo, Mireia nunca le dio demasiada importancia. A la mañana siguiente se despertó de igual manera que todas las veces que había tenido esa pesadilla, llena de sudor y con las manos ardiendo.
Mientras estaba recogiendo sus libros y apuntes de su taquilla, la chica de la cafetería se acercó a ella, llamándola de igual manera que su difunta madre, «Atenea». Mireia se sobresaltó y le exigió explicaciones en un tono de voz bajo. La chica se presentó como Shinsetsu Himitsu, compañera de instituto de su tío, Flint Washington. Himitsu intentó mostrarle a Mireia su verdadera identidad Garou, pero la joven aprendiz de medicina no quiso creer sus palabras; salió corriendo hacia una de las aulas.
Decidida a proteger a la joven cachorra. HImitsu insistió en hablar con ella. Llegó a un punto de utilizar parte de sus poderes místicos para demostrar a Mireia la veracidad de sus palabras. Finalmente, la joven Furia Negra decidió colaborar.
Durante una larga semana de exámenes, Himitsu estuvo conversando tranquilamente con Mireia siempre que esta tenía tiempo libre. Poco a poco, la pequeña Garou comenzaba a asimilar su condición lupina: pertenecía a las Furias Negras y su auspicio era Theurge. A pesar de que Himitsu pertenecía a la raza Bastet, hombres felino, poseía los conocimientos suficientes para adiestrar a una cachorra Garou. Mireia comenzaba a distanciarse de su círculo de amistades para pasar más tiempo con Himitsu; y la gente por lo general comenzó a divulgar rumores sobre la supuesta pederastia de Mireia, ya que Himitsu aparentaba muchísimos menos años que los que en realidad tenía. Como respuesta a esto y para evitar una explosión de rabia por parte de Mireia, Himitsu decidió entrar en la Universidad como profesora de anatomía, demostrando su edad auténtica y que su aspecto era una mala broma de su genética.
Tras estos sucesos, Himitsu y Mireia pudieron seguir el adiestramiento tranquilamente. Lamentablemente, por esa época el clan de la Justicia Metálica había reincorporado a Jan Nevershire, y este mismo andaba reclutando posibles cachorros aún sin despertar. El Galliard puso sus ojos en Mireia y empezó a hacerle visitas periódicas, ofreciéndole entrar en el clan. Ofertas que Mireia rechazaba amablemente, ya que Himitsu le había contado las siniestras acciones de aquel clan y, sobretodo las de Jan
Himitsu había compartido manada con el tío de Mireia, Flint. Entre ellos dos y un Mokolé llamado Egbert Baldwin sabotearon un proyecto bastante importante de la Justicia Metálica, en el cual se sometía a los Garou lupus a un proceso de «humanización», haciéndoles olvidar su vida como lobos y adaptándolos para vivir en la sociedad humana. A pesar de que ya se habían creado especímenes, el trío de cambiantes saboteó completamente las pruebas y el material a espaldas de la Justicia Metálica. Y, años después, cuando Custod Aeson, Kate Rösenberg y Rufus Sentinel estaban huyendo de EEUU, Himitsu contactó con ellos para ofrecerles información y ayuda. Aunque lo que hizo Custod no era del agrado de Himitsu, Kate y Rufus fueron experimentos que Himitsu no pudo evitar, así que ella se sentía en deuda. Por estos hechos, Himitsu conocía completamente las intenciones de Jan frente a Mireia.
Tras un tiempo aguantando las continuas negaciones de Mireia, Jan decidió conseguir a la Furia Negra por las malas. Convenció a su compañera de dormitorio para que rompiese toda su ropa y dañase sus objetos personales, con el objetivo de provocar el primer cambio de Mireia. Así se hizo y esta asesinó brutalmente a su compañera. En su forma Crinos y completamente descontrolada, Mireia destruyó gran parte de la facultad con su rabia. Himitsu hizo lo que pudo para aplacar su ira e intentar que Jan no la capturase.
Lo máximo que pudo hacer fue enviar a una semidesnuda Mireia hacia Bilbao, con un mensaje para Rufus Sentinel y documentación falsa. Cuando volvía del puerto, Himitsu fue capturada por Jan y su manada. Ella fue torturada para obtener información sobre la situación del Viento de Acero, pero ni una palabra salió de sus labios. Frustrado, Jan ordenó que la matasen, pero Flint estaba oculto entre el grupo de tortura y liberó a la Qualmi. Lamentablemente, esto le costó la vida a Flint. Egbert recogió a Himitsu y se pusieron rumbo a España, con el fin de contactar con Rufus Sentinel y colaborar en su lucha contra la Justicia Metálica.
Imagen: street at night por misia_bela