La comida y bebida de la taberna estaban muy bien, pero algo en nuestro interior nos apremiaba a continuar nuestro camino. Muy a nuestro pesar abandonamos aquel pequeño remanso de paz y fuimos todos juntos hacia la gran mansión de Sangar Su. Elvin, que ya se había recorrido el pueblo mientras esperaba nuestra llegada, y Drostre capitaneaban el grupo. Ninguno de nosotros sabía lo que el hado nos tenía preparado.
Continue reading “La caída de Kaj: segunda parte”Etiqueta: Rolemaster
La caída de Kaj: primera parte
Dejamos atrás del Templo de Kaj y no había ni un solo día en el que me arrepintiese de haberles dejado volver a entrar a por la estatuilla. Sí, volvíamos a cargar con la estatuilla de Kaj. Éramos como una panda de idiotas que vagan con los ojos vendados por un sendero al borde de un acantilado.
Desde que salimos del templo pudimos comprobar que el poder que encerraba la piedra estaba latente. Por los aledaños encontramos adoradores de Kaj, como los últimos habitantes de Criabul. También fuimos atacados por alguna que otra horda de orcos. Quizá todos fueron atraídos por estatuilla, o quizá no, pero desde que portábamos el mal con nosotros ya nada me parecía casual.
Continue reading “La caída de Kaj: primera parte”La estatuilla maldita: Parte seis
El silencio reinaba en el lugar. Sólo nuestras respiraciones y los cascos de nuestros caballos reverberaban contra las piedras de la montaña que albergaba el Templo de Kaj. La estatuilla había vuelto a su hogar. No sabíamos qué nos encontraríamos allí dentro ni qué nos depararía nuestro destino, pero llegados a este punto del camino ya no había vuelta atrás.
La estatuilla maldita: Parte cinco
Recuperar a Droste fue una gran alegría para todos y la estatuilla nos dio tregua al menos esa noche. Una vez en marcha de nuevo al Templo de Kaj no tardamos mucho en toparnos con una de las patrullas orcas que vimos en Criabul. Fueron un objetivo fácil, eran pocos y estaban descoordinados. La luz del día comenzaba a desvanecerse tras el horizonte cuando a lo lejos vimos lo que parecía otro asentamiento de casas. No aparecía en el mapa, como Criabul, pero en unas horas sería de noche y no parecía haber otra opción.
La estatuilla maldita: Parte cuatro
Revisábamos una y otra vez las pistas que el Sabio de Ashmarra había podido reunir antes de morir. Lo que más nos tenía en vilo era el texto que acompañaba a las imágenes de la estatuilla. Sabíamos que en él estaban todas las respuestas que necesitábamos pero no éramos capaces de ver más allá de lo evidente. Rezaba así: