Introducción
A veces me sumerjo en la nostalgia de mi infancia-adolescencia rememorando videojuegos que me dieron tan buenos momentos. Ya lo hice con Perfect Dark, pero resulta que el otro día estaba repasando la colección de juegos que ha estado regalando Twitch gracias a la suscripción a Amazon Prime y encontré un juego que agitó mis recuerdos.
«Turok II: Seeds of Evil Remastered». Este videojuego de la Nintendo 64 fue algo polémico en su día debido a su enorme cantidad de gore y sangre presente. Pero tuve la suerte —o la desgracia— de poder probarlo en mi videoconsola, alquilandolo en un videoclub por días.
La casquería no era para tanto, ya que el realismo de los videojuegos aún no había alcanzado el nivel de detalle que tenemos en la actualidad, pero aún así impresionaba. No logré pasar del segundo nivel (Massacre by the River of Souls) debido a lo complicado que era manejar un FPS con el mando de la Nintendo 64, pero la ambientación y el multijugador dejaron un pequeño resquicio de felicidad en mis recuerdos.
Y ahora, casi 13 años después, me encuentro redactando un documento sobre cómo adaptar el arsenal de aquel juego a las reglas de Estrellas Errantes. ¿Y para qué? Pues para tener más opciones. No vamos a crear nuevas categorías de armas, como hicimos con Estrellas Perfectas, sino más bien vamos a tratar cada arma como un Artefacto tecnológico o Insólito, según lo que corresponda. Poco a poco iremos añadiendo nuevas armas, según vayamos adaptándolas.
Taladro cerebral
- Tipo: Artefacto insólito (arma alienígena)
- Valor: 15.000 Créditos
- Competencia: Escopetas, Rifles de precisión o Lanzallamas
- Alcance: Inmediato / Cercano
- Daño: Muerte instantánea / 2d6
- Munición: Brocas cerebrales (d4, 1.000 Créditos)
Descripción
Este extraño dispositivo circular tiene un acabado gris metalizado, con un tambor rotativo que almacena las brocas que usa como proyectiles y del tamaño de un balón de playa. Su mirilla conecta con el sistema de apuntado alienígena que detecta ondas cerebrales a su alrededor.
Funcionamiento
Cuando se aprieta el gatillo, el dispositivo lanza uno de sus brocas por el cañón. El proyectil, al alcanzar su objetivo, orbita rápidamente alrededor de su cabeza hasta que halla un ángulo de penetración correcto, y es cuando se clava en el cráneo de la víctima.
La broca taladra la materia ósea, muscular y cerebral hasta enterrarse por completo o hayan pasado cinco segundos. Finalmente, libera una carga explosiva para reventar la materia orgánica que quede, acabando con la vida del objetivo
Talentos
Fijar objetivo: si no se ha fijado un objetivo, la broca elegirá la víctima Cercana con el mejor valor de PSI: si varios objetivos cumplen esta condición, elegirá el más Inmediato (incluso el propio tirador). En cambio, si se pasa un Asalto apuntando al objetivo, el próximo disparo irá teledirigido siempre y cuando la criatura esté al alcance; se debe tener en cuenta que si el objetivo tiene un valor de PSI insignificante (una criatura subdesarrollada mentalmente), no está viva (un muerto viviente) o es un ser sintético (un androide o un robot), el Taladro cerebral no lo considerará un objetivo.
Broca cerebral: el proyectil es mortal si el cráneo del objetivo está al descubierto y no está protegido por blindaje orgánico u otros métodos que impidan esta horrible muerte. Si lleva un casco, tiene derecho a una tirada de BIO para quitarse la protección y evitar la muerte; el proyectil estallará igualmente, causando 2d6 de daño a todo el que esté en un alcance Inmediato.
Imagen: Turok Cerebral Bore