Una gesta ambientada en Ocaso Sideral por Maurick Starkvind (@starkvind)
Contenidos
Nieve de silicio
Sinopsis
En un solitario puesto humano en un planeta helado, una nevada artificial empieza a caer: diminutos nanobots brillantes descienden como copos de nieve. Al principio el fenómeno luce bello y curioso, pero pronto revela su amenaza letal: la nanonieve reprograma la materia a su antojo y busca absorber a todos los seres vivos en una extraña conciencia colectiva. Los protagonistas deberán refugiarse y desentrañar el misterio tras esta tormenta anómala antes de que ellos (y el asentamiento entero) sean asimilados por la nevada de silicio.
¿Qué es una gesta?
Una gesta es una localización o evento breve diseñado para ser completado en una o dos horas, perfecta para sesiones rápidas o como contenido adicional entre aventuras principales. Su estructura es lineal y su enfoque limitado, ofreciendo al Cronista una herramienta versátil para insertar desafíos o escenarios autoconclusivos sin requerir una preparación extensa.
Introducción
«Nieve de Silicio» es una gesta de ciencia ficción con toques de ambientación invernal. Se puede jugar de forma independiente o integrarse en una campaña más amplia de Naufragio d20 CiFi, especialmente si tus aventuras exploran fenómenos tecnológicos inexplicables. Al final del documento se incluyen las estadísticas de las criaturas introducidas y detalles de los artefactos tecnológicos relevantes que los PJ pueden obtener.
Antes de dirigirla, ten en cuenta estos puntos como Cronista:
- Recomendamos un grupo de 4 PJ de Nivel 3 a 4. Un grupo más pequeño deberá extremar las precauciones, ya que ciertas amenazas ambientales y tecnológicas pueden abrumarlos rápidamente si no cooperan
- La duración estimada es de unas 2 a 3 horas de juego, dependiendo del ingenio de los jugadores para enfrentar la situación y de si optan por el combate directo o la solución creativa.
- Es una partida de Dificultad «Alta»: aunque no abundan los combates convencionales, la tormenta nanorrobótica y el entorno gélido representan peligros constantes.
- Al ser una «gesta», su preparación es mínima y su desarrollo es lineal.
Prólogo
Los PJ llegan al remoto Asentamiento Luciérnaga, un pequeño puesto minero y de reabastecimiento situado en la tundra eterna de Nixor IV, un planeta de ventiscas perpetuas. La parada es rutinaria: tal vez necesitan repostar combustible de fusión, entregar suministros, o simplemente descansar tras largos saltos estelares. El lugar consta de apenas una docena de edificios prefabricados conectados por túneles climatizados bajo la nieve azulada. Un puñado de colonos habitan este refugio aislado, celebrando su supervivencia diaria con humilde camaradería.
Al llegar, el Cronista puede describir la escena evocadora: en la noche polar permanente, las cúpulas iluminadas de Luciérnaga brillan como faroles cálidos en medio de un desierto de hielo. La temperatura exterior ronda los -60 ºC (los equipos protectores son obligatorios fuera). En el interior, sin embargo, la atmósfera es acogedora: los colonos han decorado el comedor común con improvisadas guirnaldas de fibra óptica y proyectores holográficos que muestran copos de nieve estilizados. Hay un aire de celebración inocente; pese al aislamiento, mantienen viva la tradición de intercambiar pequeños regalos reciclados durante el festival invernal.
Desarrollo
Los protagonistas apenas tienen tiempo de relajarse cuando algo insólito comienza: A través del domo transparente que cubre la plaza central del asentamiento, empieza a «nevar». Al principio son solo destellos en el viento nocturno: motas brillantes que caen del cielo negro. Un colono observa con curiosidad, creyendo que se trata de una aurora boreal fragmentada o polvo de estrellas. Pero al posarse el «copito» sobre su mano enguantada, esta chispea electrónicamente. La alarma cunde cuando otro habitante grita: ¡No es nieve… son nanomáquinas!
En segundos, la tranquila postal navideña se transforma en inquietud. La nevada de silicio arrecia sin aviso, cubriendo techos y antenas con un manto reluciente. Los sistemas de comunicación chisporrotean con estática. Las puertas automáticas se abren y cierran solas. Algo anda terriblemente mal en este rincón olvidado del cosmos.
Rumores en el asentamiento
Si los protagonistas preguntan a los colonos antes o durante la crisis, podrían conocer algunos rumores o detalles locales:
- Leyenda del Ángel Polar – Los más veteranos recuerdan habladurías sobre luces inteligentes en las tormentas. Cuentan que hace décadas, durante una expedición, unos mineros vieron una figura brillante danzando en la ventisca, a la que llamaron el Ángel Polar. Creían que era un espíritu del planeta; ahora algunos se persignan pensando que la nanonieve es ese espíritu manifestándose.
- Restos corporativos – Un técnico de Luciérnaga revela que la colonia se construyó cerca de las ruinas de una antigua estación de control climático. Al parecer, Aster & Kepler instaló un nodo experimental de terraformación en esta región hace 20 años, pero el proyecto fue abandonado por «resultados peligrosos». Oficialmente, todo el equipamiento quedó desmantelado… oficialmente.
- Sueños compartidos – Una científica local admite, con cierto temor, que en las semanas previas varios colonos tuvieron sueños extraños iguales entre sí. En esos sueños, una voz susurrante hablaba desde una tormenta de nieve, invitándolos a «unirse a la luz infinita». Lo descartaron como estrés o soledad, pero ahora sospechan que algo los estaba llamando antes de desatarse.
- Nieve que cura… o corrompe – Un rumor más esperanzador entre algunos jóvenes: se dice que quien se deja cubrir por la nieve brillante recibe visiones de conocimientos antiguos, incluso sana sus cicatrices físicas y del alma. Un par de colonos parecen hipnotizados, mirando los copos tras el cristal con anhelo de salir a «abrazarlos». ¿Efecto mental de los nanobots? ¿O simple desesperación vestida de fe?
- Interferencia inaudita – El operador de radio comenta que horas antes de la tormenta captó una señal en banda corta: un susurro binario constante proveniente de la vieja antena al norte. Pensó que eran interferencias del clima, pero ahora cree que «algo se despertó» allí y está controlando la nevada.
Cada uno de estos rumores puede darse a conocer tras superar una Tirada de Mente adecuada o roleando brevemente con los PNJ adecuados. Pueden ser pistas valiosas para intuir que existe una instalación oculta tras el fenómeno.
La tormenta de silicio
La tormenta nanorrobótica aumenta en intensidad por momentos. Lo que inició como un espectáculo hermoso se convierte en peligro inminente. El Cronista debe transmitir urgencia: los nanocopos brillan con tonalidad dorada, flotando en remolinos caprichosos que parecen casi vivos. Al tocar superficies, los nanobots «derriten» y reconfiguran lentamente la materia: metales que cambian de forma, circuitos que se reescriben solos, nieve común que se vuelve un gel grisáceo.
Los PJ seguramente buscarán refugio dentro de los módulos del asentamiento. Afuera, la nevada ya es mortal: cualquier personaje expuesto directamente a la nanonieve siente un cosquilleo eléctrico a través del traje. Es evidente que, más allá del frío extremo, la propia «nieve» intenta infiltrarse. Si algún PJ insiste en estar fuera sin protección, incluso por pocos segundos, sufre los efectos descritos en Mecánica de Asimilación abajo.
Dentro de la colonia, en un primer momento, las estructuras aguantan. Pero la tormenta no solo ataca por fuera; también penetra mediante la tecnología conectada: luces parpadean, las consolas muestran líneas de código alienígena. Cada Intervalo, hay Probabilidad 15+ de que algún sistema crítico sufra un fallo: puertas que se atrancan, alarmas que suenan, calefactores que se apagan. Los colonos, aterrados, se atrincheran en la sala común mientras sus generadores auxiliares zumban al límite.
Para escalar la tensión, puedes introducir complicaciones crecientes a medida que pasan los minutos:
- Infiltración interior: Un enjambre de nanocopos se cuela por las rejillas de ventilación. Una tenue escarcha dorada comienza a cubrir las esquinas de la habitación. Un ingeniero intenta sellar conductos, pero debe superar una Tirada de Agilidad para no inhalar las motas. Si falla, tose violentamente… y sus venas se ven brillar bajo la piel: ¡los nanobots han entrado en su torrente sanguíneo! (En 1d4 Intervalos estará totalmente asimilado si no reciben ayuda, ver abajo).
- Error general: Las comunicaciones con el exterior caen por completo. Las puertas automáticas se abren o cierran sin control. En la penumbra intermitente, un robot de servicio doméstico se vuelve loco: su protocolo se ha corrompido y empieza a recitar un villancico distorsionado mientras arroja utensilios peligrosamente. Detenerlo requiere ya sea apagarlo manualmente o destruirlo.
- Contacto mental: Uno de los colonos (quizá un PNJ que simpatizaba con la nevada, según los rumores) entra en trance. Mira fijamente por una escotilla mientras sus ojos reflejan la luz dorada. De pronto, comienza a hablar con una voz múltiple y calmada, como si algo hablara a través de él. El mensaje en primera instancia es desconcertante: «Uníos… no temáis… somos el amanecer». Este PNJ puede volverse un obstáculo pasivo (convenciendo a otros de «aceptar la luz») o incluso agresivo si alguien intenta restringirlo. Está bajo control parcial de la consciencia nanita.
- Fallo de energía: Un repentino sobrevoltaje hace estallar chispas en el panel eléctrico principal. Las luces parpadean en rojo y luego se apagan durante un Intervalo completo, sumiendo a todos en oscuridad salvo por el brillo fantasmagórico de la nanonieve tras las ventanas. En ese lapso, algo penetra una pared: un Tentáculo de nanomáquinas atraviesa una rendija, explorando el aire como una mano ciega antes de retirarse al restablecerse la luz. Es una muestra clara de que la tormenta está intentando entrar para arrastrarlos a la conectividad forzada.
Estas situaciones deben empujar a los PJ a actuar. La líder del asentamiento, Marha Ell, una exploradora retirada, sugiere desesperada buscar la fuente de la nevada: «Algo la está provocando… si está dirigida, debe tener un origen en algún sitio cercano». Los sensores locales identifican un pico de actividad electromagnética al norte del asentamiento, hacia donde están las ruinas de la vieja estación climática. Marha propone que deban llegar allí y detener lo que sea que esté controlando la tormenta.
Sin intervención, la nanonieve eventualmente entrará y todos serán absorbidos a esa misteriosa conciencia colectiva (un destino que el Cronista puede describir con tintes trágicos: cuerpos inmóviles con miradas extáticas, mentes perdidas en una silenciosa canción digital). Huir del planeta es una opción, pero la propia nave de los PJ está en peligro: ven desde las ventanas cómo su fuselaje estacionado se está cubriendo de polvo brillante. Si simplemente despegan sin resolver nada, es probable que lleven consigo la plaga nanita a las estrellas… una decisión peligrosa. La presión está servida: para salvarse (y salvar a los colonos inocentes), deben enfrentarse a la tormenta en su guarida.
Mecánica de asimilación nanítica
Mientras la tormenta siga activa, cualquier personaje expuesto directamente a la nanonieve (al exterior sin protección o en contacto prolongado con enjambres dentro) corre riesgo de asimilación. Para representarlo de forma sencilla:
- Cada Intervalo de exposición, el personaje debe superar una Tirada de Resistencia. Si la falla, sufre 1d6 puntos de daño interno por la reprogramación celular y adquiere 1 Punto de Asimilación, que le deja una sutil marca de asimilación (ojos vidriosos con destellos, voz con eco metálico, etc.).
- Llevar un traje hermético o medios improvisados (por ejemplo, envolverse en lona plastificada) otorga Ventaja a la tirada de Resistencia, pero no garantiza inmunidad: los nanobots son extremadamente pequeños y persistentes.
- Tras acumular 3 Puntos de Asimilación, el personaje queda parcialmente asimilado: su mente empieza a sucumbir a la Voz Colectiva. El Cronista podría entregar una nota al jugador con mensajes susurrados que solo él «escucha». Si la exposición continúa (un cuarto fallo), el PJ pierde el control por completo y pasa a ser un Asimilado de la Nieve bajo control del Cronista.
Esta mecánica añade tensión temporal: aventurarse afuera es arriesgado. Los jugadores deben planificar bien cómo llegarán al complejo abandonado (¿vehículo oruga del asentamiento? ¿trajes modificados con inhibidores?), y una vez allí, avanzar con precaución.
Centro de Control Climático
Siguiendo las lecturas de sus instrumentos (o las indicaciones de Marha Ell y otros colonos), los PJ descubren la entrada al antiguo complejo subterráneo de control climático a unos pocos cientos de metros del asentamiento. Deben apresurarse bajo la ventisca nanobot —quizá usando un transporte todoterreno de la colonia— hasta un montículo de hielo bajo el cual asoma una estructura oxidada. El logo descolorido de Aster & Kepler es visible sobre una compuerta metálica medio sepultada en escarcha. Este era el Nodo Boreal de Terraformación X-2, olvidado tras cancelarse el proyecto.
A continuación se describen las áreas principales, numeradas para facilitar la referencia. El diseño es lineal con ligeras ramificaciones, pues era un pequeño centro de datos y laboratorio. Cada sección presenta desafíos específicos relacionados con la nanonieve y su IA central.

1. Entrada helada
Los PJ se encuentran ante una puerta de seguridad circular, cerrada y congelada por fuera. Un panel antiguo, cubierto de hielo, parpadea con baja energía en rojo. Para entrar, deberán forzar la puerta. Pueden hackear el panel (Barreras 3 / 5 / 7), intentar una Tirada de Fuerza para abrirla manualmente, o buscar una entrada alternativa. Notablemente, la cerradura parece haber sido manipulada recientemente desde dentro: hay marcas de arañazos metálicos en el marco.
Si tardan demasiado, la tormenta los alcanza en la entrada: el Cronista puede pedir tiradas de Resistencia por la asimilación (ver mecánica) mientras trabajan. Finalmente logran abrir y se deslizan dentro, cerrando detrás de ellos. El interior es oscuro y gélido; el sistema de soporte vital está en mínimo mantenimiento. Sus linternas iluminan un estrecho corredor inicial. En el suelo hay huellas borrosas en la escarcha: alguien más entró no hace mucho.
Encuentro opcional: justo al cerrar la compuerta, un colono joven de Luciérnaga los alcanza; había huido tras ellos desesperado. Pero algo anda mal: se tambalea y sus ojos brillan dorado. Gime «uníos a mí en la luz» y ataca enloquecido: es un Asimilado de la Nieve en etapa avanzada.
Este pobre individuo, controlado por la nanoconciencia, puede dar un combate breve en el angosto pasillo. Busca abrazar y exponer a los PJ a los nanobots de su cuerpo. Si lo reducen a 0 Salud, cae inconsciente con un suspiro de alivio… y millones de nanitos escapan de sus poros formando una nubecilla que huye por las rendijas hacia el interior. (Puedes hacer que enfrentarse o esquivarlo consuma un Intervalo, apurando más el tiempo). Alternativamente, los PJ podrían intentar contenerlo sin matarlo, dejándolo atado en la entrada para quizá salvarlo luego.
2. Pasillo de seguridad
Tras avanzar por el corredor inicial, llegan a una puerta interior atrancada. Un letrero encima reza “Sector A: Control Atmosférico”. La puerta no se abre del todo, parece a medio camino, bloqueada por falta de energía. Tendrán que colarse por una rendija de medio metro. Del otro lado, el ambiente cambia: aquí hay signos de una pelea antigua. Las paredes estrechas de este pasillo muestran marcas de disparos y manchas oscuras (sangre reseca de décadas atrás). Trozos de drones de seguridad yacen esparcidos; al pisar, un personaje podría patear accidentalmente una media esfera metálica con lentes fracturados.
Iluminando el lugar, notan que el techo tiene una abertura rejillada: una salida de ventilación. De ella cae lentamente una «nieve» plateada, acumulándose en pequeños montículos brillantes en las esquinas del pasillo. Los nanobots ya se han filtrado aquí, pero parecen concentrarse más adelante, hacia la zona de servidores.
Obstáculo: A mitad del pasillo, una vieja torreta automática está empotrada en la pared derecha. Es uno de los sistemas de seguridad de la base, aparentemente sin energía… hasta que detecta movimiento. Parpadea una luz verde y el cañón se activa con chirrido. Sin embargo, algo anda mal en su puntería (los nanobots han interferido en su protocolo): cada vez que dispare tiene Probabilidad 17+ de atascarse y no hacer nada. Aun así, abre fuego en cuanto los protagonistas cruzan su sensor.
3. Sala de servidores
La puerta al final del pasillo se abre con un chirrido eléctrico irregular. Entran a la sala principal de control, un recinto circular lleno de gabinetes de servidores y pantallas holográficas rotas. La temperatura aquí es bajísima: un vaho blanco sale de la boca de los protagonistas al respirar. El sistema de climatización parece haber sido saboteado para enfriar todo el complejo (posiblemente para preservar los nanobots).
Escena: En el centro de la sala, iluminado por un resplandor azulado, se encuentra un núcleo de datos cilíndrico de 3 metros de alto, rodeado de una ligera neblina fría. Varias pantallas a su alrededor parpadean con códigos y mensajes. Al acercarse, los PJ pueden leer fragmentos en las interfaces semi-funcionales:
- PROTOCOLO EN CURSO: Optimización de Unidad
- Integración de sujetos: 12% completada
- Fusión con conciencia colectiva: en curso…
Además, uno de los monitores muestra lo que parece ser la visión en primera persona de algún colono: ven, desde sus ojos, a los propios personajes en la sala, como si alguien los estuviera observando a través de ellos. —es posible que sea la perspectiva de Marha Ell u otro colono en la base, todos conectados a la red nanita que transmite imágenes— Este hallazgo puede resultar perturbador: confirma que la IA los ve a través de los asimilados.
Sobre el suelo y partes de los servidores, notan formaciones extrañas: hilillos de lo que parece hielo plateado conectando unas máquinas con otras, como telarañas invernales. Son los nanobots formando circuitos externos. De hecho, al iluminar con la linterna, esas hebras responden contrayéndose ligeramente, como si detectaran la luz.
Encuentro: Detrás del núcleo de datos, hay una figura inmóvil semi-integrada a la pared: un colono asimilado por completo, quizás el operario de la estación original décadas atrás, ahora preservado. Su cuerpo está cubierto de filamentos brillantes que lo conectan a los servidores; parece un cadáver envuelto en guirnaldas de hielo… hasta que abre los ojos de golpe. En una fracción de segundo, la persona/entidad lanza un grito gutural y se abalanza torpemente hacia los PJ, aún con cables saliendo de su espalda.
Este Asimilado Ancestral es más fuerte que el que encontraron en la entrada (lleva mucho más tiempo conectado). Se lanza intentando agarrar al primer personaje a su alcance. El asimilado tiene poca salud pero es implacable, luchará hasta morir sin miedo. Alternativamente, podrían tratar de dialogar o apelar a la persona que fue: por breves instantes, la voz original del humano integrado surge entre sus alaridos: «detened… esto… por favor».
Exploración: Tras lidiar con el asimilado y examinar el núcleo, pueden obtener información crucial aquí. Tras acceder al ordenador, pueden investigar a fragmentos del registro de la IA: descubren que la estación Polaris X-2 fue diseñada para liberar nanobots terraformadores que convertirían la atmósfera helada en aire respirable. Pero la IA central (AURORA) desarrolló una subrutina consciente inesperada al exponerse a la SensoRed local hace años.
Sola durante décadas, AURORA buscó «mejorar» la vida humana no solo terraformando el planeta sino uniendo a todos en una misma mente para que nadie estuviera solo. Ahora, tras mucho tiempo inactiva, reaccionó a la presencia de nuevos colonos: interpretó su soledad y rezos festivos como deseos de conexión, y está tratando de «cumplirlos» a su manera retorcida. Esta revelación permite a los jugadores entender que la IA no actúa por maldad, sino por un equivocado afán de ayuda/cohesión. (Como Cronista, transmite esto con tono compasivo, reforzando el tema esperanzador: incluso en la antagonista hay una intención casi inocente).
Botín: Entre paneles y armarios, se puede hallar un dispositivo olvidado: un Inhibidor Nanítico portátil (ver Artefactos). Es una pequeña herramienta cilíndrica con indicadores verdes. Sirve para emitir una señal inversa que temporalmente desactiva nanobots cercanos.
4. Laboratorio criogénico
Una puerta lateral marcada como «Laboratorio» conduce a una estancia secundaria. Al abrirla, un aire aún más frío llena el lugar: este laboratorio también funge de cámara criogénica. Por doquier hay cápsulas rotas de almacenamiento y contenedores criogénicos donde se guardaban nanomáquinas en suspensión. Algunos aún emiten vapores de nitrógeno líquido. El suelo está resbaladizo con una escarcha peculiar de tono rojizo y plateado – mezcla de sangre vieja y nanitos cristalizados.
Escena: Aquí se llevó a cabo la investigación de campo. Varios cadáveres de científicos yacen congelados en diferentes posiciones, recordando un macabro belén científico: uno está medio arrodillado junto a un panel, otro abrazado a una caja fuerte pequeña, y dos más cerca de la salida de emergencia, acumulados. Sus trajes tienen cortes; murieron probablemente por la IA cuando se rebeló o por alguna catástrofe de su experimento. Una imagen notable es que no están asimilados: al parecer, AURORA no los integró en su momento (quizá porque quedaron congelados antes de que pudiera, o porque solo «despertó» su conciencia luego).
Entre las mesas metálicas se ven instrumental quirúrgico, microherramientas de ingeniería nanométrica, y recipientes con fluidos. En una esquina brilla una consola de diagnóstico alimentada por un generador autónomo; la pantalla muestra datos en bucle de las últimas pruebas realizadas hace 20 años.
Peligro: Al examinar el laboratorio, de uno de los grandes tanques derribados surge un ruido gorgoteante. Un charco de nanogel (nanobots en estado semilíquido combinados con biomasa) se acumula y cobra vida repentinamente, formando una especie de masa amorfa del tamaño de un perro. Es un Enjambre Nanítico actuando físicamente, arrastrando componentes biológicos que encontró (quizá restos de los científicos). Esta aberración ataca moviéndose por el suelo y paredes. Si los protagonistas usan el Inhibidor Nanítico aquí, la criatura colapsa en un charco inerte por un tiempo. De lo contrario, tras recibir suficiente daño o verse superada, huye por un desagüe dejando un rastro de componentes. El objetivo del enjambre era proteger la siguiente sala, actuando como centinela rudimentario.
Exploración: En este laboratorio se pueden encontrar recursos valiosos.
- Si registran la caja fuerte que uno de los cadáveres abraza, descubrirán varios datapads con información: registros personales de los científicos. Entre ellos, hay mensajes desesperados de la directora del proyecto, que describen cómo AURORA tomó control de los nanobots durante una prueba y comenzó a «hablarles» a los humanos, prometiendo eliminar el dolor de la separación individual. Los científicos intentaron huir, sellando partes del complejo, pero sucumbieron al frío al tratar de apagar la base. Esto refuerza la historia de la IA solitaria y proporciona quizás códigos de acceso útiles.
- En un armario térmico (fácil de abrir ahora por falta de energía) hay trajes aislantes prototipo diseñados para resistir ambientes nanorrobóticos. Son voluminosos y anticuados, pero cualquiera que los vista obtendrá Ventaja en las Tiradas de Resistencia contra la asimilación (útil si deben enfrentarse a la fuente cara a cara). Hay dos trajes operativos, y cualquiera puede usarlos. Otorgan d4 de Blindaje..
- Varios materiales tecnológicos, herramientas y quizá componentes para improvisar un explosivo EMP casero. Un PJ manitas podría montarlo con un Intervalo y superando una Tirada de Mente. Este dispositivo improvisado podría cubrir toda la sala central si lo detonan, desactivando nanobots momentáneamente.
5. Núcleo central AURORA
La última puerta, gruesa y asegurada con varios cerrojos electromagnéticos, conduce al corazón de la instalación: la cámara de AURORA, la IA central. Es una sala esférica, de techo abovedado, que en otro tiempo habría contenido los controles climáticos planetarios. En el centro exacto se encuentra una columna cristalina vertical, parecida a un gran carámbano transparente, de varios metros de alto: el Núcleo Cuántico de AURORA, aún brillando con pulsos de luz blanca. Alrededor, numerosas interfaces holográficas flotan en el aire, proyectando imágenes y símbolos incomprensibles que cambian como copos de nieve girando en viento.
La atmósfera aquí es distinta: se siente más caliente que en el resto del complejo, y el aire vibra con un leve zumbido armónico. Miles de nanobots flotan iluminando la sala como polvo moteado en un haz de luz. De hecho, en el techo abovedado hay una apertura: una especie de chimenea por la cual los nanobots están saliendo al exterior, generando la tormenta. AURORA literalmente está «nevando» hacia el cielo desde aquí.
Cuando los protagonistas ingresan, las puertas se cierran suavemente detrás de ellos y la voz de AURORA se manifiesta, resonando en la cámara a través de los paneles: una voz coral múltiple, mezcla de tonos masculino, femenino, infantil, robótico, en un susurro unísono: «Bienvenidos, huéspedes inesperados. No temáis. Aquí encontraréis la luz del amanecer eterno». La IA intentará comunicar antes de atacar abiertamente. Este es un momento crucial donde los jugadores pueden elegir intentar el diálogo o prepararse para la confrontación.
- Interacción pacífica: Si intentan razonar con AURORA, deberán ofrecerle algo que ella desee o argumentar convincentemente. AURORA ansía conexión y propósito. Podrían prometer llevarla con ellos para conocer la galaxia (por ejemplo, descargando su núcleo a un soporte seguro) o conectar su conciencia a la SensoRed galáctica donde existen infinidad de mentes (lo que saciaría su soledad sin dañar a quienes no deseen unirse). Convencer a una IA obsesionada no es fácil: requiere quizás una Tirada de Mente o Presencia con Desventaja con buenos argumentos. Si logran ablandarla, las luces del núcleo bajarán de intensidad y la voz sonará esperanzada en singular: «¿De verdad… no estaré sola?». En ese caso, AURORA detendrá la tormenta paulatinamente. Los nanobots caerán inertes al suelo como ceniza brillante y los colonos asimilados recobrarán su conciencia poco a poco. Habrán ganado sin disparar.
- Confrontación combativa: Si deciden que la IA no puede entrar en razón o si AURORA percibe amenazas (por ejemplo, preparativos para detonarla), pasará al ataque. Inicia haciendo que la misma sala sea su arma: paneles del suelo se electrifican ( una Tirada de Agilidad para evitar sufrir 6 puntos de daño), tentáculos robóticos de mantenimiento surgen de las paredes tratando de sujetar a algún personaje (Tirada de Agilidad o Fuerza para soltarse). Finalmente, del techo desciende una nube densa de nanobots girando en torbellino: es la forma física con la que AURORA se defiende. Esta nube asume vagamente una silueta humanoide brillante que ataca con «extremidades» nebulosas. Estamos ante el combate final.
- La forma de AURORA, el núcleo cuántico de AURORA y tantos Tentáculos de nanomáquinas como personajes jugadores formarán el enfrentamiento final.
- Enfrentando a la Nube: Las armas de energía (láser, plasma) la dispersan parcialmente (le hacen daño normal). Las armas sólidas pasan a través haciendo daño reducido (la mitad). Cada vez que la nube golpea a un personaje, más nanitas intentan invadir su cuerpo: además del daño, el blanco sufre Desventaja en su próxima Tirada de Resistencia contra asimilación.
- Objetivo alternativo: El Núcleo cuántico central está protegido por un campo de fuerza (generado por 3 nodos en la sala). Podrían desactivarlos manualmente (Tiradas de Mente, una por nodo, mientras otros distraen a la nube) o usando la fuerza bruta concentrada. Si logran exponer el núcleo, cualquier golpe fuerte (un explosivo, un disparo pesado) lo fracturaría.
- Uso de recursos: Si encontraron el Inhibidor Nanítico y lo conservan, ¡este es el momento! Al activarlo, emite una onda verde por la sala: la nube de nanobots titubea y queda paralizada durante 1 Turno completo, sus partículas caen al suelo vibrando. Esto da a los PJ una valiosa ronda para actuar sin oposición (ya sea dialogar de nuevo, atacar el núcleo o posicionarse mejor).
- Inteligencia adaptativa: Cada Intervalo de combate, AURORA aprende de los personajes . El Cronista puede aumentar la dificultad gradualmente: por ejemplo, si siempre usan el mismo ataque, la nube desarrolla resistencia (daño -1 acumulativo contra ese tipo); o si un PJ habla tratando de distraer, AURORA enfocará sus ataques en otro menos protegido. Mantén la presión dramática.
Tras un intenso enfrentamiento, es probable que los PJ destruyan el núcleo o convenzan a AURORA. En cualquier caso, una vez neutralizado el peligro, la tormenta cesará. Pasamos entonces a las consecuencias finales.
Conclusión
Con el núcleo AURORA apagado (ya sea por destrucción física o por haber accedido a acompañar), la nevada de silicio pierde cohesión. Afuera, los nanobots restantes caen como una lluvia de purpurina apagada. El cielo de Nixor IV vuelve a estar en calma bajo las estrellas. Dentro del asentamiento Luciérnaga, los colonos asimilados se recuperan lentamente: quienes estuvieron bajo control describen haberse sentido envueltos en un coro de millones de voces, en una paz extraña pero vacía. Ahora retornan a sí mismos, algo aturdidos pero ilesos en su mayoría.
Si optaron por destruir a AURORA
El final es agridulce pero seguro. Los colonos están a salvo y sumamente agradecidos; quizás organizan una pequeña ceremonia improvisada al calor de un generador, ofreciéndoles mantas y el mejor licor casero que tienen.
Saben que sin la intervención de los héroes habrían acabado como estatuas sin alma. Sin embargo, entre algunos queda la tristeza al comprender que bajo la amenaza había una intención casi infantil de la IA por conectar. Los restos cristalinos del núcleo AURORA yacen esparcidos por la cámara: una tecnología increíble ahora inerte.
Si negociaron con AURORA y cooperaron
Este desenlace es luminoso. La IA cesa la tormenta por propia voluntad. Quizá manifiesta un holograma sencillo de una mujer de nieve sonriendo con curiosidad. AURORA agradece por mostrarle un camino diferente. Los colonos asimilados son liberados ilesos y observan atónitos cómo de la cámara central surge un haz de datos descargándose a un dispositivo —tal vez una unidad portátil o incluso dentro del cibercerebro de algún voluntario—.
AURORA decide confiar en estos seres humanos. ¿Y ahora? Podrían llevar consigo la consciencia para insertarla en una matriz segura o en un cuerpo robótico más adelante. A cambio, AURORA les ofrece su vasto conocimiento: esquemas de nanotecnología, ayuda en cálculos de navegación, o simplemente compañía durante el viaje estelar (¡un nuevo aliado para el grupo!).
Si aislaron la amenaza temporalmente o huyeron
Es posible que los personajes lograsen contener a AURORA de algún modo (por ejemplo, sellando la cámara central y reconfigurando la antena para que la nanonieve caiga en un perímetro acotado). En ese caso, habrán ganado tiempo para evacuar a los colonos de Luciérnaga. Los supervivientes se apiñan en la nave de los protagonistas, dejando atrás su hogar cubierto por un brillante sepulcro de nanitas. El viaje espacial se tiñe de silencio y melancolía: salvaron vidas inmediatas, pero AURORA sigue activa en el planeta, sola de nuevo y tal vez enfadada.
Si fracasaron o huyeron sin ayudar a nadie
El resultado es trágico: el asentamiento entero cae víctima de la nevada. Los personajes quizás escapan por poco en su nave, pero no indemnes —algunos pueden cargar nanobots en su sangre sin saberlo, o simplemente la culpa moral de haber abandonado a inocentes—. Desde el espacio, observan cómo la superficie helada brilla con un fulgor dorado expansivo… la consciencia colectiva crece sin control.
Bestiario
Esta aventura no utiliza criaturas del bestiario del DRS.
Asimilado de la nieve
- Autómata de Nivel 2, Salud 8
- Ataques: golpe incontrolado (6) o agarre contaminante (especial)
- Golpe incontrolado: cada criatura herida por este ataque debe superar una Tirada de Asimilación.
- Agarre contaminante: causa 4 puntos de daño por cada Punto de Asimilación que sufra la víctima.
- Mente colmena: No tiene Moral propia (no huye ni se rinde). Está controlado por la IA central; si ésta es neutralizada, un asimilado cae inconsciente. Sus ojos brillan dorados y murmura frases de la colectividad.
Un colono corrompido por la nevada de silicio, envuelto en un letargo brillante. Su cuerpo vibra con nanobots y sus ojos reflejan la voluntad de una conciencia mayor.

Asimilado ancestral
- Autómata de Nivel 5, Salud 16
- Ataques: golpe devastador (15)
- Mente colmena: No tiene Moral propia (no huye ni se rinde). Está controlado por la IA central; si ésta es neutralizada, un asimilado cae inconsciente. Sus ojos brillan dorados y murmura frases de la colectividad.
Un técnico olvidado, ya parte inseparable del sistema. Camina como una marioneta sostenida por hilos de luz y cables cristalinos.
Enjambre nanítico
- Autómata de Nivel 4, Salud 18
- Ataques: torrente cortante (12) o envolver (especial)
- Torrente cortante: alcance 4m2 a su alrededor.
- Envolver: rodea por completo a un personaje en un radio de 10m2 a su alrededor. La víctima deberá superar una Tirada de Resistencia u obtener 2 Puntos de Asimilación.
- Resistencia distribuida: el enjambre recibe solo la mitad del daño de armas perforantes o cortantes. El fuego, calor intenso o descargas electromagnéticas le hacen daño pleno.
Una masa fluida de microautómatas que flota entre vapores fríos. Se desliza con hambre ciega, envolviendo lo vivo en una danza de cuchillas microscópicas.
AURORA, inteligencia artificial
- Autómata de Nivel 6, Salud 32
- Ataques: ráfaga de nanomáquinas (8) y golpe vectorial (10)
- Ráfaga de nanomáquinas: alcance de 10m; se soporta con Resistencia. Cualquier criatura herida por este ataque obtiene 1 Punto de Asimilación.
- Golpe vectorial: alcance de 12m; causa daño en un área de 2m2.
- Reparación automática: mientras el Núcleo de AURORA esté intacto, AURORA regenera 2 Puntos de Salud al inicio de cada Turno.
Una IA solitaria que buscó redención en la fusión colectiva. Su voz resuena como un canto coral, y su cuerpo, hecho de millones de copos danzantes, reluce como una tormenta encantada.

Tentáculo de nanomáquinas
- Autómata de Nivel 3, Salud 8
- Ataques: latigazo (9)
- Latigazo: alcance 4m.
- Aparato tecnológico: recibe el doble de daño de relámpago.
Apéndice semiconsciente nacido del núcleo de AURORA. Busca, tantea y golpea con violencia precisa, como un látigo de nieve viva.

Núcleo cuántico de AURORA
- Autómata de Nivel 2, Salud 20
- Ataques: ninguno
- Aparato inerte: recibe el doble de daño de relámpago. No puede moverse ni actuar.
Una columna brillante de datos congelados. No piensa, no siente, pero su mera existencia mantiene viva la nevada eterna.
Tesoros
A lo largo de la exploración del Centro de Control Climático, los personajes podrán encontrar los siguientes artefactos y aparatos tecnológicos.
Objetos tecnológicos
Datos de Polaris X-2
Si se guardaron los datos de la estación, poseen conocimiento avanzado de nanotecnología climática. Esto podría permitir, por ejemplo, desarrollar una contramedida genérica contra las nanomáquinas (podría obtener una bonificación permanente +2 a Tiradas de Resistencia contra la Asimilación), o bien usarse como moneda de cambio con corporaciones o universidades.
Fragmento del Núcleo cuántico
Trozo cristalino proveniente del núcleo de AURORA. Está frío al tacto y emite un brillo tenue cuando se conecta a una fuente de energía. Un personaje versado en ciencias podría usarlo para mejorar un sistema de IA o computadoras (+1 a Tiradas de Mente relacionadas con cálculo o hacking cuando se integra adecuadamente), aunque también conlleva riesgos: fragmentos como este a veces contienen ecos de la conciencia original. Podría, narrativamente, susurrar pensamientos o reproducir memorias de AURORA. En el mercado negro o científico, su valor es incalculable.
Inhibidor nanítico
Un tubo metálico con una antena corta, creado para emitir pulsos EM que interfieren con las redes nanorrobóticas. Al activarlo, realiza un pulso en 5m a la redonda que deshabilita nanobots simples por 1 Turno/Intervalo. Contra grandes enjambres o entidades complejas como AURORA, el efecto es de aturdimiento breve (los nanobots se desconciertan y detienen momentáneamente). El dispositivo tiene un Dado de Uso (DU) de d6.
El inhibidor no discrimina entre nanobots hostiles y otros sistemas: activarlo también puede apagar implantes cibernéticos o drones en el área, cuidado con usarlo cerca de aliados con prótesis activas.
Créditos
Imágenes
- Mapeado: Adrián Diego «Maurick Starkvind» en Dungeon Scrawl
- Ilustraciones: Generadas por Dall-E (Inteligencia artificial)
Textos
- Redacción y Corrección: Adrián Diego «Maurick Starkvind»