Las Crónicas de los Doce Yōkai (妖怪十二記, Yōkai Jūniki) no son solo cuentos susurrados por viejos junto al fuego o leyendas grabadas en el alma del Imperio de Kirishima. Son relatos de presencias que desafían el velo de lo real, ecos de sombras que han dejado tras de sí misterio y temor. Aunque muchos los consideran meras fábulas para asustar a los niños y advertir a los viajeros, hay quienes han sentido sus miradas en la noche, han oído susurros en la brisa y han visto huellas que ninguna bestia debería haber dejado. ¿Son solo mitos nacidos del miedo o vestigios de un poder que jamás fue olvidado?
Wanyudoji
Descripción
El wanyudoji es una rueda colosal envuelta en llamas vivas, cuyo contorno se distorsiona en un vórtice abrasador de calor y luz. El rostro de un hombre atormentado se encuentra incrustado en el centro de la rueda, con ojos desorbitados y una boca abierta en un grito eterno de dolor.
Las llamas que lo rodean chisporrotean y estallan con furia, arrojando chispas que parecen susurrar secretos de condena. Cuando se desplaza, lo hace rodando con una velocidad imparable, dejando tras de sí un camino de cenizas y brasas ardientes que nunca se apagan.
Orígenes
En los albores de la civilización, existió un grupo de guerreros mortales que se enfrentaron a los terribles diablos rasmálicos. Sin embargo, uno de ellos traicionó a sus compañeros y reveló su ubicación a los secuaces demoníacos, diezmando en seguida su número. Como recompensa, los diablos arrancaron su alma y la clavaron en una rueda de madera, prendiéndola fuego después. El odio, la rabia y la vergüenza avivaron unas llamas sobrenaturales, que comenzaron a arder para toda la eternidad.
El espectro de aquel miserable se fundió con el fuego y, sin desearlo, absorbió el resto de almas de sus compañeros, transformándolos a todos en wanyudojis. Su aparición es considerada un presagio de infortunio, y quienes lo ven pasar relatan el horror de escuchar las almas atrapadas en su llama, llorando y lamentando sus pecados. Por eso, en las noches en que el viento caliente susurra por los caminos, los viajeros temerosos ofrecen plegarias, esperando que el wanyudoji no los tome como sus próximas almas condenadas.
Estadísticas
- Elemental de Nivel 8 [Moral 10], Salud 48
- Ataques: embestida ígnea (8) y giro ardiente (14)
- Embestida ígnea: sólo puede atacar cargando contra su objetivo; si no puede cargar al menos 2 metros, no puede atacar ese Turno.
- Aura flamígera: cualquier criatura que inicie su Turno a 3 metros o menos del Wanyu-Doji sufre 4 puntos de daño por fuego.
- Afinidad elemental: es inmune al daño de fuego y recibe el doble de daño del agua.
Este extraño ser es un espíritu elemental de fuego, manifestado como una rueda colosal en llamas con un rostro humano atormentado en su centro. Se desplaza por los caminos y callejones, sembrando el caos y castigando a los incautos que se crucen en su camino. Se dice que es un mensajero de la condena, llevando las almas de los pecadores hacia un destino infernal.
Imagen: Dibujo por Maurick Starkvind; banner de artículo reinterpretado por IA.