Las Crónicas de los Doce Yōkai (妖怪十二記, Yōkai Jūniki) no son solo cuentos susurrados por viejos junto al fuego o leyendas grabadas en el alma del Imperio de Kirishima. Son relatos de presencias que desafían el velo de lo real, ecos de sombras que han dejado tras de sí misterio y temor. Aunque muchos los consideran meras fábulas para asustar a los niños y advertir a los viajeros, hay quienes han sentido sus miradas en la noche, han oído susurros en la brisa y han visto huellas que ninguna bestia debería haber dejado. ¿Son solo mitos nacidos del miedo o vestigios de un poder que jamás fue olvidado?
Shimari
Descripción
Este pequeño ser y de aspecto inofensivo, con un cuerpo lampiño y una piel pálida, parece no haber visto la luz del sol en siglos. Viste un manto —o gabardina— polvoriento y raído, que se ajusta de manera incómoda a su figura encorvada, dejando ver un rostro inexpresivo y ojos apagados.
Sin embargo, la verdadera sorpresa del Shimari se esconde detrás de su manto: un ojo brillante y penetrante situado justo en su trasero. Este ojo, cuando se abre, deslumbra con una luz cegadora que se clava en la memoria de quienes lo contemplan, como una burla cruel de la naturaleza.
Orígenes
El Shimari es un espíritu de las encrucijadas, nacido de las risas y las bromas pesadas de aquellos viajeros que se atrevieron a burlarse de los antiguos espíritus de los caminos. Otros dicen que es un adorador de Mushuki, que intentó alcanzar a la Acechadora de las Llanuras, pero que tropezó de repente y se clavó parte del sol en su trasero.
Los más ancianos cuentan historias de borrachos y embusteros que, después de reírse de las supersticiones del lugar, se toparon con él, solo para quedar cegados por su destello humillante. A pesar de su naturaleza juguetona, el Shimari no busca herir de gravedad a los humanos, sino recordarles que incluso en la fantasía más absurda hay verdad. Los sacerdotes que entienden los caprichos de estos espíritus saben que un simple ofrecimiento de respeto —o una risa sincera y humilde— es la mejor manera de apaciguarlo y evitar ser la próxima víctima de su inesperado ojo.
Estadísticas
- Monstruo de Nivel 2 [Moral 6], Salud 12
- Ataques: embestida con trasero (5)
- Ojo deslumbrante: una vez por Combate, puede abrir su ojo trasero y emitir un destello cegador en un cono de 4 metros. Las criaturas afectadas deben superar una Tirada de Presencia o quedar Cegadas por semejante visión.
Un espíritu travieso que ronda caminos solitarios y asusta a los viajeros con su apariencia insólita. A primera vista, parece un humanoide común y lampiño, envuelto en un manto; pero, al ser descubierto, se inclina para revelar su «arma» más peculiar: un ojo brillante y penetrante ubicado justo donde menos se espera: su recto. A pesar de no ser particularmente peligroso, su habilidad para dejar a sus víctimas aturdidas y desconcertadas le da la ventaja para huir o continuar sus travesuras.
Imagen: Dibujo por Maurick Starkvind; banner de artículo reinterpretado por IA.