Las Crónicas de los Doce Yōkai (妖怪十二記, Yōkai Jūniki) no son solo cuentos susurrados por viejos junto al fuego o leyendas grabadas en el alma del Imperio de Kirishima. Son relatos de presencias que desafían el velo de lo real, ecos de sombras que han dejado tras de sí misterio y temor. Aunque muchos los consideran meras fábulas para asustar a los niños y advertir a los viajeros, hay quienes han sentido sus miradas en la noche, han oído susurros en la brisa y han visto huellas que ninguna bestia debería haber dejado. ¿Son solo mitos nacidos del miedo o vestigios de un poder que jamás fue olvidado?
Torujineko
Descripción
Es un felino de dimensiones inquietantes, casi del tamaño de un lince, con un pelaje negruzco que parece estar hecho de sombras vivas. Sus ojos amarillos brillan con una luz antinatural, siendo dos orbes incandescentes que escrutan el alma de cualquiera que ose mirarlos. Su pelaje cambia de tonalidad según la penumbra, ondulando como una bruma espesa, mientras que sus patas se deslizan con una gracia tan antinatural que parece flotar sobre el suelo.
Las garras del torujineko son largas y finas, y dejan un rastro de energía oscura que se desvanece lentamente; en su aliento se percibe un frío que no pertenece a este mundo, y sólo lo pueden ver aquellos que son asaltados por la criatura en mitad de la noche.
Orígenes
Las leyendas se remontan a las aldeas arrasadas por el paso de la corrupción mágica de los bosques antiguos. Se dice que estos gatos son la encarnación vengativa de mascotas que murieron de hambre o a manos de sus propios amos en épocas de penuria.
La energía oscura que envuelve a estos seres es, según los rumores, un fragmento de la maldición que los mantiene en un estado de muerte en vida, vinculados a la tristeza y la ira de sus trágicas muertes.
Otros creen que nacen cuando una bruja poderosa y moribunda transfiere sus últimos vestigios de magia en el cuerpo de un gato leal, transformándolo en un espíritu errante y hambriento de retribución. Sea cual sea la verdad, los pueblos que han sentido su presencia afirman que es mejor no cruzar sus caminos ni dejar que el silencio de la noche traiga consigo el fatídico ronroneo de esta sombra felina.
Estadísticas
- Muerto viviente de Nivel 6 [Moral 8], Salud 36
- Ataques: 2 garras (5) y mordisco espectral (10)
- Maldición felina: cualquier criatura herida por el mordisco espectral debe realizar una Tirada de Presencia o quedar maldita durante 1d4 días. La víctima no podrá dormir bien, sufriendo Desventaja en todas las Tiradas de Mente.
- Afinidad oscura: es inmune al daño de oscuridad, pero el fuego le causa el doble de daño.
- Muerto viviente: es inmune a las condiciones de Sueño, Dominación, Fascinación, succión y cualquier arte de control mental.
Este ser es un gato sobrenatural con ojos amarillos brillantes y un pelaje que parece cambiar de color en la penumbra. Se mueve con una gracia inquietante, y sus zarpas dejan un rastro de energía oscura. Acechan pueblos, sembrando el caos y causando maldiciones que afectan la mente de quienes se atreven a cruzarse en su camino.
Imagen: Dibujo por Maurick Starkvind; banner de artículo reinterpretado por IA.