Leyenda
Entre las tribus de Ranrak y los bárbaros de la Cordillera de la Ventisca existía una leyenda similar que relataba las tribulaciones de un lobo salvaje para escapar de la caza de varios monstruos primitivos. Superado en número y en fuerzas en el borde de un precipicio, aquel animal escogía arrojarse al abismo antes que ser capturado y devorado por sus perseguidores; pero antes de que chocase contra las frías piedras en lo más profundo del barranco, los espíritus del aire decidieron actuar para salvar su vida. Estos caprichosos entes, consternados por las catástrofes que provocaban esas monstruosidades humanoides, eligieron a aquel lobo como el heraldo que portaría la senda del viento y liberaría la furia de la naturaleza sobre los irrespetuosos y deformes invasores.
La venganza del lobo fue rauda y despiadada; cabalgó a través de los vientos y se enfrentó a sus perseguidores con la furia de un huracán y los aplastó con fuertes corrientes de aire. Los entes que lo salvaron vieron que su decisión había sido acertada y, entre susurros, le bautizaron como Valujna “El-Viento-y-la-Furia”. Elevado a la espiritualidad deífica, desde ese instante comenzó a velar por la protección y la conservación de las tierras salvajes. Se dice que el tapiz celestial por el que se mueve Kaeduin, las estrellas y el resto de cuerpos celestiales es el lomo de Valujna.
El Aullido del Cielo, la Sombra del Bosque, el Viento y la Furia
- Ideograma: Cabeza de lobo negra sobre fondo verdoso.
- Religión: Pequeños santuarios y boca a boca entre humanoides; pilar de la civilización entre los elfos agrestes.
- Devotos: Elfos agrestes, salvajes, territorios fronterizos.
- Moralidad: Naturaleza.
Adoración
Si bien los orígenes de Valujna claman que una criatura mortal fue bendecida con poderes divinos por seres de la naturaleza, sus devotos no buscan una elevación espiritual de similar índole si no la protección que el fiero lobo de los vientos ofreció a las tierras salvajes en el inicio. Es adorado por aquellos que viven alejados de la vida en las metrópolis y quedan a merced de los caprichos de las cosechas. Al igual que Lenseng, la religión en torno a Valujna se limita a pequeños santuarios tallados en árboles o a discretos altares en claros boscosos.
No obstante, para los elfos agrestes la devoción a Valujna es mucho más importante que la que sienten otros humanoides. En el interior de sus ciudades silvanas han levantado monumentales templos con la efigie del Aullido del Cielo y viven según los preceptos que los sacerdotes dictan. El credo de Valujna es sencillo: las tierras salvajes han de ser protegidas y respetadas; los que las amenacen o destruyan han de ser juzgados y eliminados. Ciertos fanáticos llegan a creer que la civilización y el progreso son sólo tretas que amenazan el bienestar de lo salvaje y primigenio.
Cuando el clima se desata y huracanes, tornados y ráfagas de viento asolan ciudades, se cree que Valujna ha liberado su rabia y no parará hasta consumir a todos los que pusieron en peligro la naturaleza. Durante esos momentos, se suelen realizar sacrificios animales –sobre todo de presas de caza– para saciar el hambre del espíritu.
Avatar
Aquellos profanos que consideren a Valujna como otra creencia más de los salvajes desconocen que puede tomar innumerables formas. Se cree que la capacidad de viajar a través de los cielos no fue el único don que el lobo desarrolló a partir de la bendición de los espíritus, si no que aprendió a adoptar el cuerpo de cualquier animal salvaje e incluso de cualquier humano. A pesar de todo y gracias a su leyenda, se asocia a Valujna con un imponente lobo blanco de ojos estrellados.
Cuando ha tenido que liberar su furia sobre emplazamientos de mortales, ha preferido presentarse como un terrible viento huracanado que arrancaba hasta las casas de los cimientos.
Imagen: HD Wolf Wallpaper – Wallpapersafari