El reloj digital del despacho interrumpió el silencio que había llenado la sala durante las últimas dos horas. Kordell Palmer, un hombre delgado de rostro enjuto y procedencia irlandesa, suspiró suavemente a la vez que recogía el último informe; el trabajo que Owen Shipnewcard le había asignado para demostrar su aptitud y poder ascender al rango Adren se le estaba atragantando, agotando sus recursos y su energía.
Entre las sombras del atardecer pudo distinguir la sonrisa impoluta de uno de sus mentores, Terrence McCoil. No pudo evitar imaginar las palabras tintineantes del Philodox al presentar su trabajo desastroso; Kordell arrugó un pequeño folio lleno de garabatos y lo arrojó sobre la papelera, haciendo que rebotase y cayese al suelo debido a la gran cantidad de papeles amontonados en ella. Suspiró de nuevo mientras el sol se escondía bajo la infinita hilera de edificios de la ciudad.
Dos semanas antes, se había emitido un comunicado por todos los Túmulos de la Justicia Metálica anunciando el cierre del Proyecto Ícaro, y solicitando a quienes habían participado en él que colaborasen para suprimir a los sujetos denominados “Ícaros”. La tarea de Kordell consistía en elaborar un informe completo de los “Ícaros” que poseía la Delegación Norte y evaluar la peligrosidad de estos mismos. A pesar de ser descritos como “Parentelas mejorados a partir de tecnología Garou”, su mantenimiento era similar al de los vampiros: se alimentaban de sangre y poseían parte de sus “habilidades” vampíricas. Habían sido condicionados mediante entrenamientos, sesiones con un psicólogo y ciertos tipos de drogas intravenosas para asegurar su lealtad.
Pero desde que sucedió la Rebelión de Omega, todo el trabajo de preparación que se había realizado con los Ícaros se había ido al traste. El primer sujeto, un vampiro moribundo que poseía una anomalía en la sangre, permitió al Departamento de Investigación y Desarrollo construir los primeros Ícaros. Tras someterse al condicionamiento, olvidó todo recuerdo de su vida anterior. Pero con el paso del tiempo, recuperó sus memorias y empezó a provocar que el resto de sujetos recobrasen la personalidad que con tanto esfuerzo se había suprimido; esto desembocó en un repentino ataque en mitad de una misión que costó la vida a seis Garous y la deserción de siete Ícaros en total. Omega reunió a sus compañeros a las afueras de Oslo e intentaron escapar, pero su plan fue frustrado por Terrence McCoil. El Primer Ícaro fue destruido junto con otro disidente, los otros cinco fueron puestos en criogenización inmediatamente. El Proyecto Ícaro fue demasiado caro y útil como para destruir los frutos tan a la ligera.
Bajo el control de la Delegación Norte se encontraban otros cinco Ícaros e iban a ser preparados para entrar en un sueño criogénico, al igual que sus otros hermanos. Kordell ojeó cada informe individualmente para conocer mejor la personalidad de ellos y los logros que habían obtenido sirviendo a la Justicia Metálica; según la opinión del Theurge, era una enorme pérdida prescindir de los jóvenes cyborgs. El apoyo que habían prestado a la eliminación de amenazas tanto humanas como sobrenaturales había sido bastante notable. Y habían funcionado mucho mejor que algunos héroes de gran prestigio, aquellos bendecidos con la Pura Raza. Para Kordell, la Pura Raza era un estigma que se arrastraba desde hacía mucho tiempo. La luna iluminaba el despacho cuando finalizó su lectura.
Los nombres de los cinco sujetos del Proyecto Ícaro bailaban por su mente, al igual que sus historias. Todos provenían de familias Parentela aliadas en parte con la Justicia Metálica. Y las tragedias que habían llevado a aquellos jóvenes a formar parte del Proyecto eran únicas y horribles en sí mismas. Kordell se planteó los principios morales de su clan, ya que antes no había tenido oportunidad de leer los casos en detenimiento; la sonrisa humillante de Terrence McCoil apareció ante él, entre el barullo de letras y datos que tenía encima de la mesa de su despacho. El Theurge lanzó un último suspiro antes de apagar la luz y marcharse hacia su hogar, un piso pequeño en el downtown de Los Ángeles.
En la oscuridad del edificio de oficinas de la Delegación Oeste, zona en la que ahora trabajaba Kordell Palmer, una figura atlética de un metro sesenta y pocos centímetros se movió rápidamente detrás del Garou. Se coló en su despacho sin que éste se diese cuenta, quedándose en silencio después de que la puerta se cerrase. Respiró aliviado cuando escuchó el ascensor bajar, quedándose a solas. Kordell había dejado los papeles del Proyecto encima de la mesa, sin preocuparse en ordenarlos de nuevo.
Contenidos
Lambda
- Nombre en clave: Rie Kitahara
- Letra asignada: Lambda
- Sexo: Femenino
- Especialización: Ícaro de asalto
- Cuidador: Giancarlo Punzzetto, Ahroun, Señor de la Sombra
- Factor de rebeldía: ***
Antecedentes
Rie pertenecía al protectorado de los Contemplaestrellas en la zona del Tíbet. Gracias a los esfuerzos del Equipo de Relaciones Externas, logramos forjar una amistad con los Parentela de la zona y allí fue donde conocimos a la chica conocida como Kokoro Tsukigami. No sabemos demasiado antes de su inclusión al Proyecto Ícaro; al parecer servía como limpiadora doméstica en el lugar. Sus padres la abandonaron al temer que se convirtiese en un Garou, pero su genética al final se quedó en Parentela.
Aprendió las artes y técnicas que los propios monjes practicaban tras observarles en sus entrenamientos y repetir los movimientos a solas. Su talento parece natural, pero la práctica que tenía distaba mucho de ser profesional. Tras largas negociaciones con los Contemplaestrellas, pudimos reclutar a la pequeña Kokoro para probar una versión más suave del Proyecto Ícaro. La mala suerte quiso apoderarse de la joven, pues el avión en el que viajaba sufrió un sabotaje producto de uno de los tantos grupos que quieren destruir a la Justicia Metálica y se estrelló a pocas millas del aeródromo. Pudimos recuperarla, pero había sufrido demasiados daños y requirió cirugía Umbral de emergencia.
Como resultado, se la introdujo al Proyecto Ícaro estándar y superó los test correspondientes. Sufre algún tipo de daño nervioso, haciéndola bastante resistente al dolor pero también a los estímulos físicos positivos. Por ello, se le preparará para ser un Ícaro de asalto y se recomienda que se evite su asignación a tareas sociales.
Personalidad
Rie no recuerda nada de su vida anterior ni ha mostrado memorias emergentes. Suele ser bastante obediente, siempre y cuando su Cuidador le demuestre liderazgo. En un principio muestra desagrado por la debilidad y la compasión. Desconocemos si estos rasgos son inherentes de su antigua personalidad o los ha desarrollado tras haberse expuesto al condicionamiento.
Operativa
Rie ha participado en un total de veintisiete misiones, de las cuales veinticinco han sido de supresión de objetivos peligrosos y dos de infiltración. De todas ellas sólo ha fracasado en tres; cabe reseñar que el fracaso ha mostrado ser bastante molesto para Rie. Ha pasado por la tutela de dos Cuidadores: John Daniels, un Galliard de los Roehuesos que fue sustituido por Giancarlo Punzzetto, un Ahroun de los Señores de la Sombra que mostró mejor manejo de la personalidad de Rie. De sus tres misiones con John Daniels averiguamos el desprecio de Rie a la compasión.
Conclusión
Tras haber recobrado parte de sus recuerdos debido a la Rebelión Omega, Rie ha sufrido diversos trastornos de personalidad y se ha vuelto muy inestable. Debido a sus habilidades especializadas en asesinato silencioso, se recomienda desactivarla lo antes posible.
El folio que contenía el informe de Lambda era el primero que encontró. Ella lo leyó cuidadosamente, pero al finalizarlo no pudo evitar arrugarlo con violencia. Intentó respirar pausadamente. Kappa le había asignado esta misión para recuperar toda la información que pudiese sobre sus vidas anteriores. Lambda se sentó sobre la silla de Kordell Palmer y siguió leyendo las hojas de sus hermanos.
Xi
- Nombre en clave: Elizabeth Hopkins
- Letra asignada: Xi
- Sexo: Femenino
- Especialización: Ícaro polivalente
- Cuidador: Andrew Hopkins, Philodox, Morador del Cristal
- Factor de rebeldía: *
Antecedentes
Elizabeth era una de las múltiples chiquillas que nacían sin conocer realmente quién era su padre. Su madre, una humilde empleada de hotel del barrio de Queens, compartió cama una noche con un Garou desconocido y se quedó embarazada. Después de que fuese localizada por una manada de la Delegación Este, se acogió bajo la tutela de nuestros Parentelas. Sin embargo, la sustracción de la niña no sentó bien a su madre, que atacó inconscientemente al equipo mientras la retiraban. La mujer disparó un arma del calibre .38 a ciegas, alcanzando a Elizabeth en la parte occipital de su cabeza y en uno de sus omoplatos.
Estuvo clínicamente muerta durante diez minutos, pero la rápida actuación de uno de los Theurge logró sanar el daño antes de que acabase por completo con la chiquilla. Después de pasar varios meses en cama, se decidió introducir a Elizabeth en el Proyecto Ícaro para darle una nueva oportunidad.
(Lo siguiente se encuentra escrito a bolígrafo, probablemente por Kordell) Esta niña no era la más lista de su clase. Probablemente la escogieron porque era Parentela y porque nadie iba a echarla de menos. Su madre fue descuartizada y enterrada con zapatos de cemento en Raitan Bay.
Personalidad
Elizabeth no dista mucho de ser una adolescente normal de catorce años. Mentalmente no es muy estable, asemejándose a una niña más joven. Es muy obediente y suele tolerar bien las críticas, esforzándose más por complacer a su Cuidador. En un principio se le asignó otro nombre, pero no reaccionaba correctamente ante él. Por decisión del equipo del Proyecto y su Cuidador se le devolvió su nombre original.
Operativa
Elizabeth ha participado en once misiones, de las cuales tres han sido de asalto, cuatro de aspecto social y las últimas cuatro de captura e interrogación. Ha demostrado ser mediocre en el mejor de los casos, sin destacar en ninguno de los campos nombrados. Posee tres habilidades vampíricas diferentes y no destaca en ninguna de ellas; sin embargo, es una de los Ícaros más obedientes.
Conclusión
Siempre y cuando no se le mezcle con otros Ícaros, la fidelidad de Elizabeth está asegurada. En caso de que no quede otro remedio, la Ícaro Xi no presenta más peligro que un Cachorro recién despertado.
Abrió uno de los cajones y recogió una carpeta vacía, de color azul celeste y con el emblema de la Justicia Metálica grabado en ella. Lambda sonrió por las descripciones tan acertadas de su compañera Xi. Colocó el informe de Xi el primero y a continuación introdujo el suyo, alisándolo con los dedos.
Escuchó en el pasillo los pasos del vigilante, que se acercaba al despacho de Kordell a realizar la ronda. Rápidamente, guardó el resto de los informes y apagó la luz de la mesita. En cuanto escuchó el pitido del abrepuertas, esperó a que la puerta se abriese y entrase el orondo guarda de seguridad. Permitió que diese tres pasos dentro del lugar antes de abalanzarse sobre él. George había prometido pintar la habitación de los niños cuando regresase del turno nocturno, pero Lambda se encargó de que no pudiese hacerlo jamás.
Imagen: Infiltration: Cyberpunk