En esta serie de artículos para Athkri, mostraremos diferentes especies, clases y reglas que no se llegaron a publicar en los distintos suplementos que sacamos.

El tema que vamos a tratar hoy es la raza de los Cíclopes, en una iteración adaptada para poder ser personajes jugadores y con un trasfondo vinculado a Ylat.

Cíclope ylatí

Estos humanoides corpulentos y lampiños desprenden un aura de misterio y temor en sus dominios. No construyen poblados, ni crean fronteras, ni se conoce que sigan alguna forma de gobierno. Prefieren vivir en pequeños núcleos familiares, «permitiendo» que otros pueblen sus territorios, para más adelante arrebatarles sus recursos o exigirles un pago por el privilegio de su protección. Son conocidos por su crueldad, astucia y vileza, disfrutando en público de actos abominables como la manipulación emocional, la tortura y devorar humanoides inteligentes.

No obstante, no siempre fueron así. Antaño, formaban parte de los numerosos clanes de Sylestria pero decidieron aliarse con Narga Solarys. Como guardianes del Vero que eran, en cuanto los Señores del Sol se dieron cuenta de la traición de los cíclopes, les desterraron de forma mística, impidiéndoles regresar a su hogar tras la sangrienta campaña del traidor.

Focalizaron su ira por haber perdido su hogar en Sylestria, los cíclopes sacian su frustración con los habitantes del Mundo de la carne. Aunque, en lo más profundo de sus corruptos corazones, existe el deseo de volver a casa, a los pastos dorados de las Tierras del Vero y a las columnas marmóreas de sus templos. 

Detalles biológicos

La raza que describimos en este texto es una mutación mucho más pequeña que sus primos sylestris, los llamados «cíclopes ylatíes»; el rasgo más distintivo de un cíclope es su enorme ojo central, ubicado debajo de su frente, aunque también destacan como corpulentos en contraste con otros humanoides. Son altos, robustos y se adaptan con perfección a los hogares adoptados en montañas y cuevas.

Sus manos son grandes y fuertes, pudiendo aplastar el cráneo de un humano con facilidad, pero son conscientes de que la trifulca cuerpo a cuerpo no es necesaria: su sola presencia debería ser suficiente. La piel de estos seres varía entre un gris claro y un gris oscuro, y su ojo es negro con pupila amarilla. Sus rasgos son duros e iguales para ambos sexos, con una prominente nariz, un anillo de pequeños cuernos en su frente y afilados dientes triangulares.

Su esperanza de vida ronda los trescientos años, ya que son duros de matar y resistentes a las enfermedades. Se aparean con lentitud pero crecen rápido: un cíclope es considerado adulto por sus iguales cuando cumple una década. Aún así, estas criaturas van desvaneciéndose poco a poco, debido a la infertilidad, incapacidad de reproducirse con otras especies y otros defectos de nacimiento.

Sociedad

Viven en pequeños grupos independientes entre sí, pero cada individuo controla un área enorme de tierra, donde otras criaturas viven. Son abiertos y fraternales con los miembros de su manada, pero sospechan de otros cíclopes fuera de ella. Aún así, disfrutan de las relaciones pacíficas y no se han dado guerras desde que fueron exiliados de Sylestria.

Los cíclopes son escépticos sobre los Espíritus deíficos: son conscientes de que existen entidades mucho más poderosas que ellos, pero tras haber sido expulsados de su hogar natal, reniegan de cualquier ser superior, al considerar que Narga Solarys, transformado en Ganragán, destruyó su confianza y su devoción.

Requisitos de creación

Para crear un personaje cíclope, su puntuación en Físico ha de ser de 7 o más.

Rasgos de los cíclopes

Los cíclopes tienen los siguientes Rasgos de especie.

Aventureros cíclopes

Muchos abandonan su manada natal para darse a la aventura y gracias a esto suelen ser atraídos por las fuerzas del mal. Un cíclope tiene dificultades a la hora de empatizar con la moral del resto de mortales, puesto que sólo se preocupa de alimentarse y de satisfacer sus necesidades más básicas, por lo que suele oscilar hacia grupos de aventureros con intereses y moralidades laxas.

Imagen: Warrior Cyclopes por Raluca Marinescu