En esta serie de artículos para Athkri, mostraremos diferentes especies, clases y reglas que no se llegaron a publicar en los distintos suplementos que sacamos.
El tema que vamos a tratar hoy es la raza de los Dracónidos, humanoides con sangre de dragón con un curioso sentidor del honor, conocidos por aparecer en la cuarta edición de D&D, para poderse jugar en Athkri.
Contenidos
Dracónidos
Considerados como una de las especies más antiguas de Esseria, los dracónidos son recios, taciturnos y honorables que no pertenecen a ninguna tierra en concreto. Sus orígenes son un misterio para las otras razas: se dice que fueron creados como compromiso de Valujna, el espíritu de los vientos y los cielos, con la humanidad; o que fueron los habitantes de un reino dragontino a los que Lenseng, la sierpe de las mareas y patrón de los dragones, maldijo por su arrogancia. De un modo u otro, los dracónidos pertenecen a dos mundos diferentes y enfrentados entre sí: por un lado su esperanza de vida y costumbres son humanas, y por otro la sangre de los antiguos dragones les otorga su ferocidad, su avaricia y su solemnidad.
Detalles biológicos
Un dracónido sobrepasa la altura estándar de un ser humano, ya que suelen ser bastante altos y corpulentos. No suelen medir menos de metro noventa y la mayoría alcanza los dos metros treinta o dos metros cuarenta. Sus manos poseen tres dedos y un pulgar, y acaban en garfas retráctiles; en los pies la distribución es diferente: tienen tres garras posteriores y una púa o espolón que brota del talón.
La cabeza de un dracónido se asemeja a la de un gran reptil –incluso se podría decir que a un dragón- y está adornada a lo largo de su ancha frente con protuberancias óseas semejantes a crestas. Tienen el morro aplanado, y su forma protege los orificios de su nariz. De la parte anterior del cráneo surgen unos apéndices de cartílago que cumplen una función similar al cabello. Estos apéndices suelen ser adornados, recogidos y cuidados por los dracónidos; las hembras se esfuerzan mucho más en decorar que los machos.
Su epidermis está repleta de escamas serpentinas, excepto en las áreas más blandas –el vientre, las uniones de las extremidades- que tienen un tacto similar al cuero. La coloración de las escamas de un dracónido coincide con su herencia dragontina. Los ojos son brillantes como gemas en bruto, con colores variados que compaginan en armonía con las escamas.
En el interior de la garganta de un dracónido se encuentra un órgano vestigial que le permite producir sustancias nocivas y expulsarlas como si fuese el aliento de un dragón real. La composición varía de un individuo a otro, y el usode esta capacidad agota la sustancia durante unas horas. Las materias de estos alientos suelen coincidir con el tipo de dragón del que desciende el dracónido, aunque puede llegar a darse situaciones en las que esta afirmación no sea cierta.
Se suele creer que los dracónidos, al ser descendientesde dragones, son capaces de desarrollar alas o cola, pero no es así. Se cuenta que ha habido vástagos nacidos con tales extremidades, pero el espécimen común no posee estos rasgos míticos salvo la capacidad de exhalar un aliento similar al de un dragón.
Sociedad
Conocidos por su particular y arcaico sentido del honor, los dracónidos son bien recibidos allá donde van como consejeros, guardaespaldas y músculos de alquiler. Los ancianos de sus tribus conocen la verdadera historia y guardan celosamente el secreto; consideran que honrar su condición como híbridos entre dragones y humanos es cumplir la palabra de Xelastris.Para lograr este objetivo, cada individuo es acogido por su comunidad desde su nacimiento y adiestrado lo mejor posible por sus mayores. Siempre que se pueda, la crianza de un dracónido no recae sólo en sus padres, también en el resto de miembros de la tribu.
Para un dracónido, romper un juramento es el exponente más extremo del deshonor, y cada uno debe asumir la responsabilidad de sus decisiones. Difíciles de tratar en un principio, aquellos que se toman en serio la dedicación y la sublimidad pueden ganarse su confianza. Tienen un resentimiento particular contra los iblisios; las relaciones entre las dos especies no han sido particularmente agradables. Los descendientes de Gylran recuerdan el papel que tuvieron los dragones en el exilio de su especie y los dracónidos desprecian el estilo de vida que llevan –y promueven– los iblisios.
Requisitos de creación
Para crear un personaje dracónido, sus puntuaciones en Físico y en Presencia han de ser al menos de 5.
Rasgos de los dracónidos
Los dracónidos tienen los siguientes Rasgos de especie.
Hálito dracónico
3 Puntos
Elige un elemento durante la Creación de personaje: Fuego, Frío, Rayo, Veneno o Cristal.
- Obtienes el Poder Aliento de dragón a Nivel 1.
- Desarrollas Resistencia 5 a dicho elemento elemento.
Aliento de dragón
- Raza: Dracónido
- Acción: Menor
- Coste: 4 Puntos de Esfuerzo
- Alcance: 6 metros (3 Casillas)
Efecto: Supera una Prueba de Físico a Dificultad 12; si tienes éxito, exhalas un cono de energía elemental frente a ti, hiriendo a todas las criaturas al alcance. Causas tanto Daño de tu elemento como Puntos de Esfuerzo te queden.
Mejora: Puedes Mejorar este Poder como si fuese una Habilidad. A Nivel 5, la Dificultad se reduce a 9; a Nivel 10, reduces el Coste a 1 Puntos de Esfuerzo.
Aventureros dracónidos
Conocidos por su particular y arcaico sentido del honor, los dracónidos son bien recibidos allá donde van como consejeros, guardaespaldas y músculos de alquiler. Muy pocos deciden establecerse en un lugar y vivir con tranquilidad, y aquellos que lo logran forman comunidades para su especie en la que acogen a cualquier dracónido en necesidad.
Imagen: Monk Dragonborn por La Draws