Cuando la extraña droga verde –Suero Crítico, dicen los que saben– que volvió locos a los norteamericanos, el resto del mundo permanecía ignorante de lo que se gestaba en los niveles inferiores de los Laboratorios L.A.U.R.A., en Teapot Dome. Por supuesto, la desgracia estalló y aquella ciudad costera casi desaparece por la oleada de Aumentados psicóticos, dotados con habilidades que son incapaces de controlar, pero la empresa detrás de todo se encargó de dejarlo todo lustroso, sin quejas ni testigos.
El suizo ya era el suizo antes de que el incidente acabase, pero continuó siéndolo quizás por un desliz del equipo de limpieza o porque era el hombre que necesitaba la creciente comunidad de afectados por el Suero Crítico. Es posible que naciese en alguna parte de Estados Unidos, aunque su sobrenombre lo ganase en alguna trifulca del mundo criminal. Jocoso, reservado, tan tímido como una colegiala y tan arrogante como una estrella del pop, el suizo es un tipo que desarrolló la capacidad de extraer, conservar y transferir las habilidades especiales de otros Aumentados. No tardó en sumar dos y dos, y darse cuenta de que tenía, literalmente, un negocio en sus manos; después del fiasco de Teapot Dome, se trasladó a otra zona más tranquila, pero su fama como “cambiapoderes” empezó a extenderse como la pólvora, y en menos de seis meses ya rivalizaba con una multinacional en nivel de ingresos.
Su presencia inquieta a los responsables del Suero Crítico y a las farmacéuticas, que no han dudado ni un momento en subirse al carro de los humanos Aumentados, pero ha logrado mantenerse en terreno neutral durante todo este tiempo; de ahí su apodo, su marca de identidad. Aunque se dice que a los suizos de verdad no les gusta nada este tipo, pero eso es porque la aparición de Aumentados que transforman rocas en oro de veinticuatro quilates amenaza la estabilidad económica mundial.
Objetivos
Uno de los rumores más conocidos sobre el suizo es que, antes de que el Suero Crítico entrase en las venas de la mitad de la población humana, era un narcotraficante de poca monta que recorría las costas de California recogiendo paquetes de droga y entregándoselos a otros criminales de más caché. El no lo niega, aunque tampoco lo confirma. De un modo u otro, está claro que su modelo de negocio, protegido por varios matones Aumentados con mucho músculo y poca opinión, es el acumular tanto dinero como le sea posible. La nueva moda de los Aumenposters –individuos Aumentados que graban sus vivencias y las suben a Foreverpost, una red social de fotografías pomposas y mentes vacías– le ha hecho ganar cierta fama en internet.
Raro es el día en el que el suizo no presuma de vender una nueva habilidad por miles de dólares y catapulte a la fama a su nuevo cliente. Muy pocos se niegan a aparecer en los vídeos del suizo, pero los que quieren el anonimato suelen ser personas importantes, políticos o figuras de la farándula que, envidiosas de no haber sido afectados por las Primeras Olas, quieren su porción de veneno espacial sin que se revele que lo han comprado por una jugosa cantidad. Al suizo le da igual, él ya tiene el dinero.
Creencias
¿Qué es en lo que cree el suizo cuando se acuesta por la noche? Ni el más hedonista de la farándula amarilla se queda en silencio cuando los problemas de espíritu comienzan a aflorar, pero para el suizo todo permanece igual que antes de la aparición del Suero Crítico. Sin dios ni patria, dicen; por eso se llama el suizo, ¿no?
Aspecto
Un hombre de unos treinta años, de pelo engominado rubio cenizo y ojos marrones, con rasgos afilados y buena constitución. No parece que haga demasiado deporte, aunque se mantiene en forma.
Aguantar la cresta de la ola del negocio de intercambio de poderes sobrenaturales exige que el suizo presente una imagen atractiva y segura a sus clientes. Cuando tiene que cerrar tratos con adinerados contribuyentes, viste un traje blanco de corte italiano, camisa roja de seda y unos mocasines con decoraciones de diamante; pero en privado no duda en ponerse un buen chándal.
Poderes
Cuando Brayden Turner empezó a vender el Subidón Verde por las calles de Teapot Dome, uno de los camellos aliados del suizo le presentó el producto y sus cualidades. No tardó en contactar con Brayden para extender el negocio más allá del barrio de Santa Sophia, pero el corpulento Turner se negó a trabajar con el suizo; a pesar de su negativa, y con un gesto de buena voluntad, le invitó a probar uno de los viales. Lo que no se percató Brayden es que le dio un vial de Suero Crítico completo, en lugar de uno de los que tenía cuarteados, por lo que el suizo consumió la fórmula íntegra sin adulterar, obteniendo los superpoderes que le darían fama.
Las huellas digitales del suizo son capaces de entrar en resonancia con la energía metabólica de un organismo afectado por el Suero Crítico, y puede anular en cuestión de segundos las capacidades de un Aumentando, almacenándolas en forma de información celular en su hipotálamo. Igualmente, puede imbuir estas capacidades a voluntad a otro organismo, provocando las reacciones químicas necesarias para que el nuevo huésped sea capaz de emplear dichas habilidades.
El proceso requiere un esfuerzo considerable por el suizo, y él teme que el abuso de su poder pueda acabar consumiéndolo. Ha intentado acceder a la información robada de este modo, pero él es incapaz de usar los poderes que extrae de otros individuos.
Atributos
- Físico: 6
- Agilidad: 7
- Mente: 7
- Intuición: 6
- Presencia: 8
Trasfondos
- Desde que ha obtenido sus poderes, ha dejado atrás su nombre.
- Fue un criminal de poca monta antes de dedicarse al Suero Crítico.
- No le importan las consecuencias de su negocio.
- Es incapaz de encontrar el amor, ni en hombres ni en mujeres.
- A pesar de que presume de ser neutral, ha elegido un bando desde el comienzo.
Imagen: Alex Pettyfer en «I am Number Four»