He pasado por baluartes, fortalezas, puertas interdimensionales y lugares de denominación tan rara como los entes que los ocupaban. Ahora, no queda otra que estar a la deriva con los restos del naufragio. Total, para lo que queda de mi mente, una isla es demasiado y las piezas esparcidas por el mar son planicies inconstantes en las que me puedo apoyar. Sin ninguna duda, puedo afirmar que los tiempos están cambiando y que con esta breve entrada.
Habrá que caminar con cuidado por las tablas estropeadas. Primero un paso y luego el otro, en orden y compañía.
Imagen: Bumskee Cave
“Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza”
Epicteto de Frigia