El grupo se ve envuelto en una situación incómoda cuando llegan al Taller de Kotus Purlenus y Daphidria increpa cruelmente a Aslindo. Tras intentar robarle la cartera, Aslindo y sus compañeros deciden salir fuera a buscar un lugar dónde pasar la noche, ya que no han descansado desde que abandonaron el Templo de Y’Tum.
Aunque el desvergonzado gnomo cree recordar dónde hay una nave industrial libre, la confirmación de que dicho lugar se ha convertido en un edificio de viviendas de los Warwickshire insta a los héroes nasbelinos a buscar otra solución. A Jaafan se le ocurre visitar el Palacio de los Siete y contar que son embajadores de especies de la superficie en busca de una vía de comercio, alegando que como han contratado a Aslindo de guía, han sido asaltados en los Suburbios. El plan no sale demasiado bien, ya que el propio Jaafan, Aslindo, Worver y los gemelos Q’Amosa tienen más pinta de vagabundos que de otra cosa, pero la deslumbrante presencia de Maromi ofrece una oportunidad con los guardias. Se acercan al gran pórtico del Palacio con intención de hacerse pasar por representantes comerciales y su plan parece funcionar cuando uno de los guardias contacta mediante un cristal mágico con alguien en palacio.
Esta persona, que responde al nombre de Burbentus, invita al grupo a entrar a sus aposentos de Palacio, escoltados por varios guardias gnómicos. Tras atravesar lo que parece un enorme laberinto de pasillos y cruces, terminan en el taller creativo de Alhigas Burbentus Coajial, el miembro más joven del Consejo de los Siete.
Alhigas era un antiguo compañero de Aslindo que, sorprendentemente, se ha ganado uno de los puestos más importantes de la sociedad gnómica. Alarmado por la presencia de Aslindo y los rumores que circulan por los Suburbios de su implicación con la muerte del sabio Osornus, Alhigas ofrece a Aslindo y a sus compañeros una vía de escape de la ciudad para no meterse en más problemas. Al parecer, la que es ahora Glinklian Muérdazul era la prometida del hijo de Xyloth Xenudar, otro de los Siete, y que Aslindo volviese a la ciudad era excusa suficiente como para querer ejecutarle.
Sin embargo, nuestro bribón favorito continúa sospechando algo y engatusa a Alhigas para que le de cobijo una noche más. El grupo decide investigar más a fondo lo que pasa con los gnomos y la sociedad gnómica. Y aún tienen que cumplir la promesa que hicieron a Carlego Raitrueno. No obstante, cuando llegan a la Mansión de Alhigas en el Barrio Noble, lo único que piensan es en descansar.
Mañana será otro día en Y’Tum.
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