Ya eras consciente de tu particular conexión con los animales cuando no eras más que un niño. Escuchabas sus súplicas de ayuda, comprendías sus necesidades y estabas ahí para proporcionarles alimento cuando tenían hambre. Tras haber alcanzado la madurez, has logrado afinar tus habilidades para ser uno con las bestias salvajes.
Quizás no eres imponente físicamente, pero tu particular alianza con la naturaleza te permite superar cualquier obstáculo, por complejo o peligroso que parezca. Puedes ser un señor de las bestias que vive en la jungla con sus compañeros animales, sin más contacto que el necesario con la civilización; o emplear tus conocimientos para trabajar en un circo, dando espectáculo con tus esbirros animales.
Contenidos
Domador
Nombre
Escoge uno de tu elección o alguno de los siguientes:
- Femenino: Byryn, Cruella, Kaireen, Maleria, Onfa o Yaliix.
- Masculino: Auntoll, Blauthur, Fittyrd, Maelgoth, Saesrog o Zandeig.
Alineamiento
Escoge un alineamiento. Dicho alineamiento sugiere una forma de actuación habitual para tu personaje:
- Legal. Eres uno con tus bestias.
- Neutral. Lo salvaje complementa la humanidad; sin equilibrio sólo hay hormigón o sangre.
- Caótico. Ellos son tus garras; sé la bestia.
Competencias
Puedes blandir cualquier arma ligera, cualquier arma a distancia, cualquier arma arrojadiza, lanzas, tridentes y látigos. Como protección puedes vestir hasta cotas de anillas.
Rasgos
- Característica preferida: elige entre Destreza, Constitución o Sabiduría.
- Energía: 3 al primer nivel, 4 a partir del décimo.
- Salud: 8 puntos al primer nivel y +1d8 cada nivel adicional hasta el noveno. A partir de ahí, cada vez que subas de nivel obtienes 1 punto de salud.
Ventajas
- Tiradas de Destreza para esquivar ataques cuerpo a cuerpo de criaturas consideradas «Bestias».
- Tiradas de Sabiduría para reconocer especies salvajes autóctonas de tu zona, comportamientos y rastros de éstas.
Amo de lo salvaje
Has creado un vínculo sobrenatural con una bestia, que se ha convertido más que en un amigo para ti. Este enlace es tan puro, que se podría decir que el animal es una extensión de tu cuerpo. Comienzas con un Compañero animal (ver Guía del jugador de Ylat, página 73); decide qué clase de criatura es junto al Árbitro y qué motivos os lleva a compartir una amistad tan especial.
- Puedes tener distintos tipos de criaturas bajo tu mando (podrás adiestrar tantas como tu nivel), pero sólo puedes llevarte una de aventuras. A partir del quinto nivel, puedes llevarte dos; a partir del decimoquinto nivel puedes llevarte tres y, a partir del trigésimo nivel puedes llevarte cuatro.
- Necesitas un Intervalo para intercambiar tus criaturas, ya que han de viajar desde sus guaridas o zahúrdas hasta tu localización: esto es simbólico, ya que la conexión que os une les permite atravesar barreras como el espacio y el tiempo.
- Cuando encuentres una criatura durante tus aventuras, consulta con tu Árbitro si es un ser que puedas domar y añadir a tu repertorio. En este caso, el Árbitro tiene la última palabra.
Tus compañeros tienen un nivel inferior a ti (mínimo 1) y dependiendo de su especie, tendrán unos puntos de salud y causará un daño en concreto. Puedes hacer que tus compañeros actúen como si fuesen un personaje más durante tu turno, ya que comparten iniciativa contigo, siempre y cuando estéis a 100 pies (30 m) o menos el uno del otro. Si no puedes darles órdenes, tus compañeros usarán su acción para acercarse lo más posible a ti.
Fuera de los enfrentamientos, estas bestias estarán cerca de ti —siempre y cuando la ficción lo permita—, aunque no querrán entrar en lugares muy poblados, como ciudades o pueblos. Pueden ayudarte, como cualquier otro personaje, a realizar tareas para las que puedan estar capacitadas, como pescar, cazar o mover bloques pesados.
En caso de que una de tus criaturas fallezca por culpa de las heridas, enfermedad o envenenamiento, deberás dedicar 2 Intervalos a entregar su cuerpo a la naturaleza salvaje o sufrir una pérdida permanente de 1 punto de Sabiduría; un domador ha de apreciar a sus aliados y devolver su carne al ciclo eterno de la vida.
Sanación de las bestias
Puedes emplear un kit de curación (DU d6) sobre una de tus bestias para permitirle recuperar 1d4 de Salud; necesitas un Intervalo para llevar a cabo esta sanación, y una criatura sólo puede recibir estos cuidados una vez cada 24 horas. Sólo tú puedes proporcionar esta curación a tus bestias.
A partir del sexto nivel, esta cantidad mejora a 1d6; a partir del undécimo nivel, aumenta a 1d8. Y, a partir del vigésimo primer nivel, mejora a 1d10.
Requisitos
No se conocen Domadores que no sean humanos, elfos, orcos o los mestizos de éstos. Ni siquiera los gnomos sylestris, que supuestamente se encuentran en comunión continua con la naturaleza, han demostrado poseer la capacidad de convertirse en los alfas de una manda de animales.
Sendas
Cuando alcances el noveno nivel puedes elegir entre la Senda del Errante y la Senda del Rey.
En el caso de escoger la primera senda, te convertirás en un Tirano, y ante ti se abrirá la posibilidad de viajar por todo el mundo conocido —u otros planos de realidad— para ampliar tu colección de bestias sometidas. Ten cuidado, pues tu orgullo puede convertirse en un arma de doble filo.
Si escoges la Senda del Rey te convertirás en un Sátrapa, y levantarás un Establo de la Bestia en las Tierras Salvajes; este lugar, a caballo entre las leyendas y la disciplina, atraerá a nuevos domadores y bestias por igual que buscarán tu protección y tu sabiduría.
Los requisitos y reglas que debes seguir para desarrollar tu dominio son similares al refugio en el bosque de los elfos, que puedes encontrar en el Capítulo 6 del manual de Dungeon Hack Edición Básica o en la Página 65 de la Edición Deluxe.
Progreso del domador
Nivel | Experiencia | Bestias en combate | Sanación de las bestias |
1 | 0 | 1 | 1d4 |
2 | 1.200 | 1 | 1d4 |
3 | 2.400 | 1 | 1d4 |
4 | 4.800 | 1 | 1d4 |
5 | 9.600 | 2 | 1d4 |
6 | 20.000 | 2 | 1d6 |
7 | 40.000 | 2 | 1d6 |
8 | 80.000 | 2 | 1d6 |
9 | 160.000 | 2 | 1d6 |
10 | 280.000 | 2 | 1d6 |
11 | 400.000 | 2 | 1d8 |
12 | 520.000 | 2 | 1d8 |
13 | 640.000 | 2 | 1d8 |
14 | 760.000 | 2 | 1d8 |
15 | 880.000 | 3 | 1d8 |
16 | 1.000.000 | 3 | 1d8 |
17 | 1.120.000 | 3 | 1d8 |
18 | 1.240.000 | 3 | 1d8 |
19 | 1.360.000 | 3 | 1d8 |
20 | 1.480.000 | 3 | 1d8 |
21 | 1.600.000 | 3 | 1d10 |
22 | 1.720.000 | 3 | 1d10 |
23 | 1.840.000 | 3 | 1d10 |
24 | 1.960.000 | 3 | 1d10 |
25 | 2.080.000 | 3 | 1d10 |
26 | 2.200.000 | 3 | 1d10 |
27 | 2.320.000 | 3 | 1d10 |
28 | 2.440.000 | 3 | 1d10 |
29 | 2.560.000 | 3 | 1d10 |
30 | 2.680.000 | 4 | 1d10 |
31 | 2.800.000 | 4 | 1d10 |
32 | 2.920.000 | 4 | 1d10 |
33 | 3.040.000 | 4 | 1d10 |
34 | 3.160.000 | 4 | 1d10 |
35 | 3.280.000 | 4 | 1d10 |
36 | 3.400.000 | 4 | 1d10 |
Imagen: Untamed Beastmaster por Eric Kenji Aoyagi