El planeta Ylat se encuentra en el sistema solar de la estrella Kaeduin. En el sistema se encuentran cuatro planetas más que en un principio no son aptos para la vida; Ylat se encuentra en cuarta posición, con tres cuerpos celestes más cerca del sol y otro más alejado. Su eje de rotación es de trescientos sesenta días; posee un único satélite que es conocido como Vaiel que tarda en orbitar alrededor de Ylat treinta días, rotación que define la duración de los meses. Varias culturas han dividido las estaciones en periodos de noventa días, y cada cambio de estación está marcado por la aparición temporal de otro de los planetas del sistema solar en el cielo durante unas horas o unos días. La existencia de este mundo es de aproximadamente siete millones de años años, y alberga –y ha albergado- una considerable variedad de especies inteligentes, monstruosas y/o alienígenas. Ylat significa “sobre la tierra” en la Lengua de los Antiguos.
Contenidos
Era de las Llamas
En el albor de los tiempos, la superficie terrestre de Ylat estaba formada por lagos de magma ardiente, islas de tierra estéril y enormes columnas de humo que cubrían un cielo rojizo lleno de azufre y sustancias volátiles. La llegada de los seres conocidos como los Primeros Moradores, procedentes de más allá de las estrellas, desató una gigantesca explosión arcana en lo que sería en el futuro el continente de Guroalt; la sonda metálica que llevaban con ellos liberó un haz de energía esmeralda que consumió las eternas llamas ylatíes, y la vida comenzó a tomar forma.
Los misteriosos seres estelares examinaron las consecuencias de su aterrizaje, y comenzaron a relacionarse con los seres vivos producto del enfriamiento de la tierra. La inesperada actuación por parte de los Primeros Moradores hizo aparecer a seres humanoides, al mismo tiempo que bestias primigenias surgían de entre los lodos ardientes.
Estos primeros protohumanos luchaban entre sí por los pocos recursos disponibles, y tras varios años de segregación, se podían distinguir en dos grandes grupos: unos eran bajos, abotargados y particularmente fuertes físicamente, mientras que los otros eran altos, enjutos y de extremidades delgadas. A pesar de sus diferencias corporales, compartían el don del raciocinio, desarrollado a partir de sus interacciones con los Primeros Moradores. Estos prefirieron mantenerse al margen e internarse en las profundidades de la tierra, para caer en un sueño criogénico que duraría milenios. Los protohumanos, sin la guía de los Moradores, comenzaron a desarrollar el don de las artes arcanas y a emplear devastadores conjuros que rasgaban los límites de la realidad y ponían a su servicio las fuerzas de los elementos y el control de la vida y la muerte.
Ylat se sumió en la más absoluta devastación cuando los protohumanos, organizados en primitivas tribus, liberaron a sus poderes arcanos en un monstruoso enfrentamiento conocido como la Guerra de los Antiguos. Las repercusiones que tuvo en la tierra y en la realidad provocaron desgarres en el espacio-tiempo, dando lugar a mundos alternativos como Sylestria o el Erial.
Era de la Antigüedad
Tuvieron que pasar varios siglos para que la normalidad se asentase en la tierra de Ylat. Los supervivientes de la Guerra de los Antiguos se ocultaron en cavernas, en bosques frondosos y bajo los océanos; cuando volvieron a la superficie, se encontraron con un mundo verde lleno de vida y pureza. Las energías estelares que los Primeros Moradores trajeron de sus planetas natales habían alterado la roca estéril de Ylat, transformándola en diferentes especies salvajes o inteligentes.
Durante este periodo comenzaron a tomar forma las distintas tribus mortales, como los ogros, los humanos o los trols. El don arcano se volvió extraño y esquivo, y muy pocos podían manipular la Urdimbre, por lo que la convivencia se limitaba a incursiones, negociaciones y trueques. Los Primeros Moradores regresaron de su exilio autoimpuesto, y se encontraron unas nuevas tierras producto de los recuerdos de su mundo original; adoptaron el nombre de caelesti y decidieron juntarse con el resto de razas, como si hubiesen sido una especie más.
Era del Maná
A partir del año seis millones cuatrocientos noventa y seis mil novecientos setenta (6.496.970) del calendario élfico antiguo.
La masa terráquea se encuentra dividida en dos grandes continentes, Esseria y Guroalt; el resto de territorios están formados por archipiélagos, islas y extensiones de tierra. Los océanos son amplios y extensos. Mientras que Esseria ha visto su población aumentada en los últimos siglos, Guroalt es conocido como “las viejas tierras”; el clima de Guroalt es mucho más salvaje e impredecible que el de Esseria. Aunque aquellos que viajen de un continente a otro achaquen la diferencia climática a estar en diferentes puntos del mundo, lo cierto es que Guroalt sufrió la Guerra de los Antiguos, y esto provocó estragos mágicos incluso en la corteza planetaria.
Los humanos son la raza más común en los dos continentes. La facilidad con la que se reproducen y el interés que ponen en las tareas más mundanas les ha permitido levantar naciones, imperios y ocupar el espacio que las otras razas, con una esperanza de vida mayor, no se habían molestado en ocupar. Las dos naciones más importantes de Ylat son el Califato de Al-Ujib, en la costa este de Guroalt, y el Reino de Shadaleen, en el territorio norteño de Esseria. Estas dos naciones están bajo gobierno humano, aunque especies de todos los tipos pueblan sus calles. La expansión humana ha provocado que las razas más viejas, como los elfos o los enanos, se estén recluyendo en los pocos territorios que les quedan; este exilio no es únicamente impuesto por los humanos, si no que los dirigentes de esas razas aceptan riquezas o promesas por parte de los gobernantes humanos. Estas situaciones irritan a los más jóvenes, que se oponen a seguir con el estilo de vida impuesto por sus mayores.
Aunque la magia existe y es aceptada por la civilización, la presencia de los arcanistas y sus conjuros inquieta a la población menos sofisticada. Varias naciones han intentado limitar y controlar a aquellos que gozaban de la capacidad de lanzar conjuros con academias, abadías y escuelas. Con la llegada de la tecnología eléctrica y a vapor, la sociedad ha ido dependiendo cada vez menos de extraños trucos mágicos y más de sus aparatos tecnológicos; lo que no saben –o no quieren saber- es que la magia juega un importante papel en el funcionamiento de las maravillas de la tecnología: la chispa que permite que los mecanismos funcionen es mágica en su origen.
La humanidad ha desarrollado tecnologías como el motor a combustión, pero este motor no es capaz de funcionar con combustible fósil, si no con Esencia de Maná. El secreto, oculto para la plebe y la mayoría de la nobleza, es que la Esencia se extrae de arcanistas vivos y de la propia tierra. Las naciones que gozan de la tecnología del Maná guardan celosamente esta información. Uno de los mayores deseos del Califato de Al-Ujib es hacerse con la capacidad de construir sus propios aparatos de Maná.
Medidas del tiempo
Calendario élfico antiguo
Llamado por la mayoría de habitantes «calendario élfico», es el que se utilizaba en las tierras antes de la aparición masiva de la humanidad. Se emplea en zonas no gobernadas por humanos, aunque a pesar de los esfuerzos de ciertos núcleos de población reticentes al cambio, tiende a compaginarlo con el calendario esserino.
El tiempo se mide en ciclos de cuatro estaciones (años), pero debido a la longevidad de sus creadores, se utiliza un sistema de eras para fijar fechas y eventos. Los elfos creen en la leyenda de que comenzó en el momento de la existencia del primer elfo, seis millones de años antes de la Era del Maná.
Calendario esserino
Se cree que fue ideado por los humanos de Shadaleen, es un calendario mucho más sencillo que el élfico. Comienza con la fundación de la capital shadalense, pero se creó aproximadamente unos cincuenta años después.
Divide el año en cuatro temporadas: el Vero, el Crecio, el Aúcto y el Sorguerno. Las estaciones del Vero y el Aúcto duran, aproximadamente, noventa días, mientras que el Crecio y el Sorguerno alcanzan los sesenta. Los distintos cuerpos celestes que rodean a Ylat forman parte de las celebraciones que anuncian el cambio de estación.
Mes | Estación | Equivalencia real |
Florel | Vero | Abril |
Hibisquel | Vero | Mayo |
Elestio | Vero | Junio |
Narjo | Crecio | Julio/Agosto |
Imesto | Crecio | Agosto/Septiembre |
Cautum | Aúcto | Octubre |
Bestiel | Aúcto | Noviembre |
Nolendro | Aúcto | Diciembre |
Arnae | Sorguerno | Enero/Febrero |
Xaetae | Sorguerno | Febrero/Marzo |
Imagen: Talmetra por DamianKrzywonos