El examen final

El examen final

Terrana, 28 de abril de 2078. 17:21 de la tarde.

Un accidente espacial ocurrió en una de las pequeñas callejuelas de la ciudad, y el responsable fue un ex convicto de uno 40-50 años de edad que conducía su aeronave bajo las influencias del bio-alcohol y la meta-cocaína. El parte de la neopolicia explicaba los hechos y víctimas, 21 muertos y 13 heridos por explosión. Entre ellos la madre de Nor, un joven de unos 19 años de edad, estudiante de la Academia Militar Korng.

Norbert Nightmare, de 1,90m de altura, ojos verdes, pelo liso moreno y cuerpo robusto, quería ser miembro del ejército que defendía su planeta. Al enterarse de aquel percance y escuchar que su madre estaba herida grave, fue corriendo al Hospital Kleptor para ver qué le había pasado. Asustado corrió sin pararse ni un instante, y al llegar a la habitación, vio a su madre en la cama tirada sin un brazo y con media pierna. Llorando se acercó a ella, vio que estaba en coma y que no respondía.

El doctor le dijo que estaba muy grave y que costaría que siguiese viva: había que implantarle un brazo y una pierna de adamantio para que pudiese caminar. Nor aceptó las condiciones que le comentaron, pero coste de operación sería muy difícil de pagar. Nor convencido decidió aceptar y empezó a pensar de donde iba a sacar el dinero mientras regresaba a su casa, enfadado y triste; pensó millones de ideas pero ninguna era de utilidad.

Una propuesta indecente

En el antro que estaba debajo de su casa, se encontró con un extranjero que se la acercó al ver que tenía el traje de soldado militar. La cosa degeneró tanto, que le comentó si le gustaría hacer algún trabajillo.

Extranjero: Vaya, vaya, una perrita militar. Veo que necesitas dinero y no sabes de dónde sacarlo, ¿eh? Puedo ofrecerte algo si estás dispuesto a aceptarlo.

Nor: ¿Quién eres tú y como sabes que ha pasado? ¿Qué tipo de trabajo dices, cuanto me pagaras?

Extranjero: Lo primero: cómo lo sé no te importa y lo segundo, te pagaré según cómo hagas tu trabajo. No te quedan más opciones si quieres salvar a esa vieja de la muerte, jeje.

Nor: Dime qué tengo que hacer.

Extranjero: Muy bien, así que aceptas. Tienes que ir al centro de Terrana y buscar a un viejo de pelo blanco que regenta una tienda de armas. Habla con él; dile que vas de parte de Ziwels, y te dará las indicacionse. Cuando termines, llámame con este Y-Comm. Ah, y si decides traicionarme, te mataré a ti y a tu vieja.

Nor: Vale, acepto el encargo.

Nor después de hablar con Ziwels, aquel tipo extraño, fue hacia el centro de la ciudad. Al llegar vio una pequeña tienda de armas antiguas en una esquina, con un dependiente según las características anteriormente nombradas. Al entrar el anciano señor le preguntó.

Anciano: ¿Quién eres? ¿Te manda Ziwels?

Nor: Soy Nor Nightmare. Sí, me ha dicho que tú puedes darme trabajo y me ha mandado aquí. Dime qué puedo hacer.

Anciano: Bien, ya veo, necesito que me quites del medio a alguien. Toma esta pistola, espero que sepas dispararla.

Nor: Claro que sé, soy un soldado de los militares.

Anciano: Que seas una perrita del gobierno no quiere decir que sepas disparar. Ahora mismo los militares y la neopolicía no son nada más que cucarachas con trajes que creen tener poder. Ven conmigo.

Nor siguió al anciano, pero curioso decidió preguntar su nombre.

Nor: ¿Y cómo se llama usted?

Anciano: Nadie me conoce por mi nombre real pero puedes llamarme Skorn.

Nor sorprendido recordó aquel nombre “Skorn”: un antiguo capitán general de la antigua milicia.

Nor: E-enserio, ¿eres Skorn Rednail?

Skorn: Así que en los “militares” estudiáis la milicia, ¿eh? Sí, chaval, soy el mismo. El que consiguió invadir Neptuno hace 30 años.

Skorn abrió una puerta de un sótano donde había todo tipo de armas, munición, armaduras, etc. Nor, sorprendido, no podría creer dónde estaba, pero Skorn le dio una orden.

Skorn: A ver, soldadito, coge ese bláster y dale en la cabeza a aquel maniquí.

Nor cargo el bláster de nueve mil pulsaciones, apuntó y falló por los nervios que sentía. Skorn comenzó a reírse de él y acto seguido cogió un fusil de plasma RX-3, disparando a todos los maniquís que se encontraban en el lugar. Gastó todo el cargador, pero los blancos se habían convertido en coladores.

Skorn: ¿Ves, chaval? Esto se llama disparar, tener puntería. Tú no tienes nada ¡vuelve a intentarlo!

Nor: S-sí, señor.

Nor controló los nervios, cogió aire y comenzó a disparar. Al terminar el cargador, observó el maniquí y se fijó en que ya no tenía cabeza. Skorn, alegre, felicitó a Nor y le explicó la misión.

Skorn: Necesito que mates a Vallderktar, un mafioso alienígena que sólo se dedica a secuestrar mujeres, niñas y niños para venderlos en el extranjero, enriqueciéndose. Se encuentra ahora mismo en el muelle de carga de Heirkval, a 200 kilómetros al sur de aquí. Toma estas llaves, son de una aeromoto, te vendrá bien.

Nor: Gracias capitán cumpliré con sus órdenes.

La caída de Vallderktar

Nor corrió hacia la aeromoto y se dirigió hacia el muelle. Al llegar vio un montón de cajas, jaulas, baúles y demás cosas en el suelo, y a una quincena de matones por los alrededores del gigantesco navío. Una nave de unos 30 metros de largo con estampados dorados, una gran hélice en la parte trasera, de color negro mate y con rayas rojas, y una calavera neptuniana en el centro.

Cargó su arma y se dirigió con sigilo hacia la entrada. Tras esconderse detrás de una caja, pudo ver tres matones musculosos cargando pesadas cajas e ideó un plan. Lo primero que pensó es abrir fuego pero el gran número de esbirros suponía una desventaja; después recordó los cuatros ganchos del muelle de 12 metros de altura y 50 toneladas de peso.

Decidido, disparó hacia uno de los ganchos, que cayó al quemarse la cuerda sobre 5 de los matones; el resto, sorprendidos, comenzaron a buscar el culpable. En ese momento fue cuando Nor comenzó a moverse para intentar entrar.

Con sigilo y agilidad consiguió colarse por los conductos de ventilación y caer a 3 puertas del camarote de Vallderktar. Inspeccionó el lugar utilizando sus técnicas militares. Se encontró con un hacha láser, pistolas de bobina, munición de plasma, tóxica, y algo demasiado macabro. Bebés, niños y mujeres en estado avanzado de descomposición, con claras marcas de haber sido devorados. Esta visión tan desagradable y el olor indescriptible le provocaron un desmayo. Al volver en sí, se incorporó, recargó su pistola con munición tóxica y empuñó el hacha láser, dirigiéndose hacia el camarote.

Al salir vio a cuatro matones que se fijaron en él con cara de no gustarle mucho. Intentaron abalanzarse sobre él, pero se tropezaron entre sí y le dieron una oportunidad a Nor para atacar. Tras dispararles a bocajarro, el primero que recibió un balazo empezó a jurar en otro idioma.

Matón: ¡GURLAG NAR CARTEJAR KAGKAAA!

Nor: ¡Vais a morir todos!

Nor, eufórico y emocionado, comenzó a disparar por todas partes y a hacer agujeros en las paredes de la nave. Al quedarse sin munición, desenfundó su hacha y empezó a descuartizar a sus rivales.

Vallderktar, al escuchar el ruido, salió del camarote con una pierna de mujer en la mano: era un ogro alienígena de unos 4 metros, gordo, repugnante y maloliente. Sorprendido por la matanza llamó a más esbirros. Nor, cubierto de sangre, vio que venían y se abalanzó sobre ellos, golpeándoles repetidas veces con el hacha. Al terminar con todos, le dijo a Vallderktar:

Nor: ¡TÚ, ASESINO! ¡RAPTAS MUJERES, NIÑOS Y NIÑAS PARA COMÉRTELOS Y VENDERLOS! ¡ERES DESPRECIABLE!

Vallderktar: JAJAJA, ¿despreciable? ¡TE MATARÉ CON MIS PROPIAS MANOS SABANDIJA!

Vallderktar arrojó gargajos asquerosos y purulentos sobre Nor, el cual esquivó con rapidez felina. Al ver que su rival era muy grande y pesado, decidió utilizar su velocidad y agilidad con la que consiguió asestarle un hachazo en la espalda, provocándole una herida de la cual brotaba sangre verde espesa y apestosa. Vallderktar, sorprendido por el golpe, enloqueció y empezó a pegar golpes a todas partes. Nor aprovechó ese momento de locura para encajarle más ataques, hasta que consiguió impactarle en la cara, arrancándole un ojo.

Vallderktar: ¡ARGH! ¡MALDITA RATA, YA ME ESTÁS HARTANDO!

Nor: ¡ESTÁS ACABADO, DESGRACIADO!

Nor agarró su hacha y se la clavó en el cráneo, terminando así con la vida de Vallderktar. Para que Skorn viera que hizo su trabajo agarró su deleznable cabeza, la arrancó de cuajo y liberó a todos los rehenes; abandonó a toda velocidad la nave, que comenzó a destruirse por todas partes. Mientras huía, Nor las instalaciones explotaron y los esbirros restantes se desintegraron en cenizas. Con la cabeza del villano en la mano, encendió la aeromoto y se regresó con Skorn. Al llegar, arrojó la cabeza encima del mostrador, chorreando sangre. Acto seguido le dijo.

Nor: Ya está hecho el trabajo, liberados todos lo prisioneros y muertas todas esas cucarachas. El dinero.

Skorn: Muy bien, chaval. Veo que quieres a tu madre mucho. Tu actitud es muy positiva. Bueno ¿cuánto cuesta la operación de tu madre?

Nor: 450.000 Créditos.

Skorn: Mmm…. entiendo. Me ha gustado cómo trabajas y de momento, para que sigas aquí, te daré 50.000 créditos; cortesía de Ziwels. ¿te parece bien?

Nor: Sólo quiero salvar a mi madre, ¿qué más debo hacer?

Skorn: Necesito que vayas a Valglory y le entregues esto al dependiente de la tienda de armaduras que se encuentra a la derecha de la rotonda principal. Se llama Phill, dile que vas de mi parte. Su aspecto es parecido a una anguila, es del planeta Clingclong, así que no te asustes de como habla ni de sus enormes ojos.

Nor: Entendido, capitán.

Nor montó en la aeromoto y se dirigió hacia Valglory. Al llegar allí, encontró en seguida la tienda. Tras aparcar, saludó al dependiente y éste le preguntó quién era.

Dependiente: Hola, buenas clardes ¿cómo rast?

Nor: Hola, estoy buscando a Phill, ¿es usted?

Dependiente: Cli, soy yom. ¿Quién egles tú?

Nor: Me manda Skorn, me ha pedido que te traiga este paquete.

Phill: ¡¿Skorn?! Sigue vlivo por lon que vreo.

Nor: Si, ¿por qué debería estar muerto?

Phill: No dligo que delba estak muento, ers mi mejop amigow.

Nor: Bueno yo ya he cumplido aquí, debo irme.

Cuando se dirigía hacia la salida, se escuchó en la calle una gran explosión. De repente tres aerocoches pararon enfrente de la tienda y de ellos salieron 10 hombres muy extraños. Nor, al ver la situación, desenfundó su hacha y se preparó para la inminente batalla. Sin embargo, Phill le golpeó la cabeza y le dejó inconsciente.

Continuará.


Imagen: Warhammer 40k Wolf Guard por Harry Osborn

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