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Un golpe de pasado

Los nasbelinos logran que los gnomos guardianes de Y’Tum les permitan buscar por los Bosques de Volenn un espécimen de Clarelia Vertifosa, pero sus intenciones distan mucho de localizar tal flor. El pasado de Aslindo Morrotinto como Aslindo de la Casa Tuerbólido se desvela, enfadando a la Gran Druida, Glinklian Muerdázul.

Después de convencer al inexperto explorador Finodus Plantisca, el grupo liderado por el bardo semitrol Jaafan se mete en problemas con el chamán Carlego Raitrueno, un anciano gnomo que odia, por algún motivo, el Templo de Y’Tum. Los aventureros se ven obligados a visitar las ruinas, ya no en busca de la Solución de rama áurea, si no para satisfacer al viejo gnomo.

Grabación de la sesión en YouTube

Memoria pétrea

Los aventureros continúan investigando el interior del Templo de Y’Tum. Acompañados por Worver Celor, descubren una misteriosa estancia en la que una gigantesca serpiente guarda un extraño pebetero de piedra. El bardo Jaafan hace gala de sus artes bárdicas para pacificar a la criatura, y sintiéndose atemorizados se retiran en busca de otro camino.

Por la zona oeste del Templo encuentran una sala enorme que alberga una estatua detallada del espíritu deífico Mulinith (al cual Margott identifica en un emocionante alarde de conocimiento religiosos), adornada por piedras luminosas y que oculta un pasadizo que conecta con una curiosa galería de ilustraciones mágicas, creadas por la tecnología gnómica. Una pieza de armadura diamantina corona la galería, pieza interesante que llama la atención del gnomo Aslindo. Sin embargo, al otro lado del pasillo, el bardo Jaafan despierta unas extrañas efigies mecánicas que atacan a los intrusos.

Tras destrozarlas con sendos golpes bien encajados, el grupo de aventureros pide a Aslindo que las examine, y el canalla hace un esfuerzo sobrehumano para recordar las enseñanzas de la Ciudad flotante de Y’Tum. Con la certeza de que puede reprogramar esos seres mecánicos, se atreve a intentar agenciarse la armadura diamantina de la Galería Gnómica y, tras identificar la locuaz trampa que prevenía el robo del artefacto, Aslindo se hace con ella y la viste inmediatamente. Contentos con el resultado, deciden seguir explorando el Templo, hacia los niveles superiores. Sin embargo, un paso en falso de Jaafan despierta a más efigies protectoras, que se acercan lentamente desde la oscuridad hacia los aventureros.

Grabación de la sesión en YouTube

Imagen: Templo en Pixabay

Por Maurick Starkvind

Aprendiz de escritor desde siempre, rolero empedernido desde los trece y nintendero desde los cinco. Empecé en esto de la creatividad porque no había dinero para los salones recreativos.

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