Lobo 21XX

El siguiente texto describe una idea que apareció por mi cerebro un día que llovía. O hacía sol, no lo recuerdo. Es una adaptación-rotura-desquicio del conocido Mundo de Tinieblas, en concreto de la línea Hombre Lobo: Apocalipsis, pero en el espacio, con naves y planetas alienígenas. Mierda de la buena. Es posible que la lectura de lo siguiente escueza y cause irritación a aquellos roleros más puristas. Y a los que no, también. Quedáis advertidos.

Lobo 21XX: Los fragmentos del fracaso

Pensad durante un momento en lo que sucedería si el Wyrm triunfase y todo el planeta se fuese al carajo. Todos muertos. Todos consumidos por ríos de ácido, lluvia nuclear y la Tierra carente de atmósfera. ¿Lo habéis hecho? Bien, pues ahora imaginad que es verdad y que ya no sois aquellas encarnaciones de héroes de leyenda. Que sois unos pringados tirados por el espacio sin planeta natal y protegidos por los cascotes de una nave centenaria. Lo único que os diferencia del resto de supervivientes es que sois hombres lobo. U hombres gato. O cualquiera de las razas cambiantes concebidas por Gaia para protegerse a sí misma y que ahora a nadie le importa un carajo.

Esto es Lobo21XX. Una vuelta de tuerca al Mundo de Tinieblas tradicional. Una locura surgida de una broma y que tiene todas las papeletas de hacerse real. ¿Crinos en el espacio? ¡Pues claro que sí!

¿Y qué tenemos ahora?

En Lobo21XX los jugadores forman parte de un grupo de cambiaformas que viajan por el espacio en busca de una nueva Gaia. O un planeta que sea lo suficientemente habitable como para dejar de vagar por el cosmos como carroñeros de combustible. O, por qué no, como supervivientes natos que sobreviven a base de cargarse a otros terrícolas. Se dice que el bien y el mal se quedaron en los páramos podridos de la Tierra.

Los que lograron escapar del planeta antes de que se convirtiese en Chernobyl 2.0 utilizaron la flota de naves espaciales que había disponible. Americanos y rusos fueron los que más posibilidades tenían de salvar el pellejo, pero la crisis planetaria sacó a la luz todos los secretos del resto de países. ¡Incluso Uganda tenía una lanzadera espacial! Aquellos que tuvieron mucha suerte lograron colonizar asteroides o lunas desérticas. Tras plantar los últimos reductos de la civilización moderna, levantaron lo que podríamos llamar colonias extraplanetarias. Estas maravillas de la ciencia eran prototipos de bases espaciales y no estaban preparadas para alojar vida humana a largo plazo, por lo que sus habitantes tuvieron que enfrentarse a la misma escasez de recursos que los que vagaban por el espacio. Sin un planeta al que regresar para reabastecerse, el ingenio humano tuvo que arreglárselas de nuevo. Si logramos inventar Facebook, podríamos inventar un trasto que nos proveyese de oxígeno en el culo de Saturno.

El papel de los Fêra

Los hombres lobo, hombres gato y el resto de hombres zoológico estaban igual de jodidos que sus compadres humanos. Pero un poco más. Cada cual había fallado su misión de proteger el verde planeta Tierra y ahora no les quedaba otra que estirar la pata entre las estrellas o seguir adelante. Los hombres lagarto decidieron que, ya que no quedaba Gaia, les había llegado la fecha de caducidad y los pocos que quedaban se murieron de pena. Literalmente. Otros más taciturnos como los hombres oso, decidieron quedarse en la Tierra a morir con ella. En definitiva, que los cabrones que han seguido adelante pueden ser lobos, gatos, cuervos, arañas y serpientes. Cualquier otra raza cambiante que se te ocurra, ha cascado el huevo de un modo u otro y no viaja por el espacio con la intención de salvar su inútil culo. Qué mal.

El velo, delirio y todas esas cosas que preocupaban a los fêra han desaparecido junto con la Tierra. Ahora los humanos saben que hay otros humanos que no son tan humanos y son algo más que eso. Joder, lo que me ha costado escribir eso. En fin, los problemas que podría tener un humano al ver un Crinos o un Hispo ya no son algo de lo que hay que preocuparse. Esto no quiere decir que estén acostumbrados a ver criaturas lupinas todos los días, pero ya no existe ese trance catatónico que protegía la identidad de los cambiantes. Es que ya no importa.

A los pocos que han quedado no les queda otra que proteger a los humanos. Se intenta que sea una relación simbiótica, yo te abrazo y tú me abrazas. Esa es la idea idílica.

Juntos, revueltos y asqueados

Los Garou decidieron por sí mismos importar el concepto de “manada” y de “clan” a sus nuevos compañeros de viajes. Las naves que mantenían una comunicación constante formaban un “clan” y la tripulación de cada una formaba una “manada”. De ese modo han podido sobrevivir durante tantos años. Los cambiantes que no formaban manadas, ya fuese porque su comportamiento era solitario o porque odiaban hasta a los de su especie, han tenido que joderse y aceptar que solos durarían menos que un caramelo en la puerta de un colegio.

Como no todo el mundo es capaz de hablar con los espíritus o sentir que un delfín espectral representa y protege a tu manada, un ingeniero lupino tuvo la genial idea de fabricar –construir, crear, etc.– unos ordenadores que alojaban una inteligencia artificial que controlaba el estado de la nave. Gracias a que los dones espirituales de los fêra no se fueron al carajo con el apocalipsis, pudo inventar un método para insuflar espíritus dentro de esa creación. Y de ese modo, los humanos podrían interactuar con el espíritu tótem de la manada.

En resumen, las manadas de Lobo 21XX son tripulaciones espaciales y su tótem es un espíritu infundido en la placa base de la inteligencia artificial central. Como el director de juego aplique esta norma es cosa suya. Muy personal y dado a la interpretación, sí. Lo mismo puede suceder con las colonias o flotas, que se equiparan a la estructura de un clan.

En lo que se viaja

Las naves que permitieron escapar a los desgraciados que sobrevivieron al invierno nuclear de la Tierra no son vehículos de alta tecnología. No distan mucho de las lanzaderas de la NASA actuales, pero tienen a su disposición ciertos dispositivos que hacen la vida mucho más fácil que si hubiese pasado en la actualidad. Cámaras criogénicas, funcionamiento con combustible mineral, comunicaciones inalámbricas, piloto automático, armamento láser, generadores de gravedad artificial, etc. La idea principal que quiero imbuir es que las naves espaciales de Lobo 21XX no tienen la capacidad de realizar saltos en el hiperespacio ni de mantenerse en funcionamiento durante años. Hay que repararlas, hay que recargarlas de combustible y hay que asegurarse de que no van a estallar si se activan los propulsores traseros. El miedo a que falle un componente de la nave y todo el grupo se vaya a freír espárragos en la órbita de Neptuno es algo que puede dar mucho juego.

En algún lugar hay que vivir

Por otra parte, las colonias espaciales son bases levantadas en la superficie de asteroides o lunas sólidas. Es importante que tengan una estructura sólida y rocosa, porque si no pueden salir flotando por el espacio y perder su utilidad. Aunque una colonia perdida que flota en el éter… ¡uhm!

Perdón, continuo. Las colonias espaciales son un intento desesperado de la raza humana de aferrarse a algo con gravedad. O para montar negocio con los supervivientes. Muy humano es eso, ¿eh? Pueden estar hechas con los restos de una base espacial u orbitar alrededor de un planeta desconocido. ¡Incluso estar montadas entre las dos lunas de un planeta desconocido! ¿Los motivos para vivir en una colonia espacial? Puede haber recursos minerales cerca y esto crea trabajo. El trabajo da dinero y ese dinero se puede gastar en cerveza sintética. O en pasar una noche con alguien de dudosa reputación. Lo que mueve a un humano que ha perdido su hogar y no le queda nada más que sus habilidades físicas y un cielo demasiado oscuro.

Los gobiernos ya no existen, pero los políticos continúan con el gusto de ocupar puestos de poder. Por supuesto, ¿lo dudabas? Las colonias suelen ser dirigidas por un consejo elegido entre todos los habitantes. O, en otras palabras, un grupo de espabilados que han comido la cabeza a los más timoratos para que puedan ordenar y decidir lo que les salga de las narices a expensas de justificarse en que han salido elegidos. Nada que ver con lo que sucedía en la Tierra.

¿Y todo lo sobrenatural?

Olvídate de vampiros, fantasmas, hadas y esos seres que hacían tan rico el Mundo de Tinieblas. Quien haya sobrevivido a la debacle, es muy posible que esté más jodido que una jirafa con tortícolis. O se haya alejado de la humanidad lo suficiente como para que no esté ahora en este entramado de naves y colonias perdidas en el cosmos. De un modo u otro, desde que el éxodo de la Tierra fue algo real, no se ha vuelto a saber nada de otros seres sobrenaturales que no fuesen cambiantes. Quizás es mejor así.

Los intrépidos –o insensatos– fêra que dieron el salto de fe e intentaron pasar a la Umbra se encontraron con que, incluso a años luz de la Tierra, el reflejo existe. Con escasez de espíritus, pero la Umbra continúa ahí. Los reinos umbrales son un misterio. Nadie ha tenido los huevos a intentar viajar más allá de la Umbra próxima, y quien los tenga no volverá de allí. O sí.

Cerrando

Esto es todo lo que se me ha ocurrido respecto a Lobo 21XX. Por supuesto que hay un montón de cosas pendientes, pero como documento de presentación me parece ideal. ¿Dudas? ¿Preguntas? ¿Críticas? Seguro que tienes un montón de ellas, pero si esto te parece una reverenda mierda, lo mejor es que cierres la pestaña de tu navegador y llores debajo de tu cama. Abundantemente. Total , cuando llegue el Apocalipsis no vas a poder escapar del planeta y tu culo quedará carbonizado.


Imagen: Spaceship Wallpaperhttp://www.superbwallpapers.com/fantasy/spaceship-12461/

Por Maurick Starkvind

Aprendiz de escritor desde siempre, rolero empedernido desde los trece y nintendero desde los cinco. Empecé en esto de la creatividad porque no había dinero para los salones recreativos.

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