Viaje a Analeen

Tras el asalto al Castillo de Malasthar, el grupo se reunía de nuevo en la casa de Zaunder. La Princesa les agradecía la excitante aventura que había vivido gracias a ellos y regresaba al Castillo para calmar a su padre. Zaunder, finalmente, les invitaba a viajar hasta el Reino de Analeen para consultar a los Reyes sobre la extraña fusión de presente y pasado que ha ocurrido con el grupo de Maverik. El grupo emprendía su viaje hacia el Reino vecino de Malasthar, situado al oeste tras una cordillera que separa las islas.

A mitad de camino eran atacados por un enemigo con la forma de un ángel. Este ser, llamado Serafín, decía que Eva era una invocadora prometedora y legaba sus poderes a esta chica. Como curiosidad, si intentábamos pasar por aquí sin haber completado el Castillo de Malasthar, aparecía una versión oscura de Serafín y mataba a los personajes sin despeinarse. Una idea extraída sin vergüenza de Final Fantasy X para crear «fronteras invisibles».

El grupo se toma un descanso en un claro cercano. Era un mapa de transición en el que mis habilidades para crear un bosque brillaban por su ausencia. Con un diálogo digno de «Al salir de clase», los personajes bromeaban sobre pasar la noche en una tienda de campaña, a solas, mientras que Maverik y Eva hablaban sobre lo que estaba ocurriendo en el mundo. Maverik descubría que Eva tenía un novio, llamado Phil, y la conversación se volvía incómoda. En un alarde de habilidad social, el chaval ponía pies en polvorosa con la excusa de “conseguir más leña” y huía de la escena. Eva se quedaba pensativa, triste y circunspecta por la reciente muerte de su padre.

En su búsqueda de leña para evitar hablar con la chica que le gusta, Maverik se tropezaba con un misterioso ninja… ripeado directamente de Final Fantasy VI. El ninja se enfrentaba al joven en un combate que el jugador no podría ganar y se despedía de él tras decirle que su nombre era Usagi y que tenía que ser más fuerte o ÉLiba a superarle, el ninja desaparecía con una animación de humo genérica. A la mañana siguiente, Maverik contaba a sus aliados lo que había ocurrido, pero a nadie le importaba demasiado.

— Maverik: ¿Ya os despertáis?

— Eva: ¿Qué te pasa? Vaya cara de insomnio…

— Maverik: Anoche por poco me mata un tio vestido de ninja.

— Eva: ¡Dios! ¿Qué paso?

— Maverik: Utilizo una técnica extraña y después me dijo que se llamaba Usagi y que si no mejoraba el se liberaría.

— Eva: ¿Quien?

— Maverik: No lo sé, no me explico más.

— Eva: Sera mejor que tengamos más cuidado la próxima noche, haremos guardia.

— Maverik: ¡Sí! Y tú y yo en la caseta.

— Eva: ….

— Eva: Despierta a los otros…….

— Maverik: Vale….

— Maverik: ¡¡¡¡Arribaaaaaaaaaa!!!!

— Lany: GGGG, caya mamón….

— Maverik: ¿Divertida la noche, eh?

— Lany: Si, ¿por? ¿Envidia?

— Eva: No, ninja asesino.

— Hiro: ¡Coño! Como el de Almería.

Al parecer, por esa época hubo algún tipo que era ninja y era de Almería y consideré gracioso hacer mención a tal evento. Un diálogo pestilente y carente de gracia. El grupo continuaba su viaje hasta Analeen.


Este artículo pertenece a serie de publicaciones en las que Starkvind narra su primer intento de juego.

Imagen de Pexels en Pixabay

Por Maurick Starkvind

Aprendiz de escritor desde siempre, rolero empedernido desde los trece y nintendero desde los cinco. Empecé en esto de la creatividad porque no había dinero para los salones recreativos.

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