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El fin de esta historia

Al parecer, Aury se había llevado una Piedra mágica para su viaje. Necesitaban otra que se encontraba en Toroia, pero primero Eva debía obtener a Ramuh, un espíritu de invocación. Eva, Lany y Hiro van a la Prueba de Analeen, obtienen la bendición de Ramuh (recorriendo una estancia copiada de las pruebas de los oradores de Final Fantasy X) y la Reina Adnaloy abría un teletransporte hacia Toroia, Eilerenn.

Debían atravesar una Grieta Temporal, una mazmorra de relleno formada por paredes transparentes. De fondo se podía ver una imagen surrealista, de color azul y morado, que servía como “ambientación arcana”. Tras llegar al centro del mapa, les recibe un Alma Perdida, que afirmaba llevar 48 años encerrada ahí, y los protagonistas debían acabar con ella para atravesar el velo. Tras eliminarla, aparecían en una montaña cerca de las Cascadas de Halnor, en el Continente de Eilerenn. Allí el grupo se separaba, después de observar un flashback en el que una tal Sindara (futura enemiga del grupo) le instaba a separarse de sus amigos para reunirse con Maverick y Aury. Ella deja a los dos abandonados, pero antes de saber más, el juego cambia de nuevo a Maverick en la Cueva del Pantano.

Maverick despertaba a solas en el sótano más profundo de la Cueva del Pantano. Un espectro se aparecía para comunicarle que Eva estaba en su búsqueda (creo, sin duda alguna, de que se trataba del Alma Perdida anterior) y que tenía que salir de ahí, ya que estaba en peligro. A medio camino rescataba a Aury y a Ostor, superando pasadizos realizados sin mucha gana y evitando pozos venenosos. Cuando llegaban a la salida de la Cueva, Geradt les impedía el paso: es en ese momento en el que se revelaba que era el malvado Seferis bajo otro disfraz, y que iba a acabar con la vida de Maverik y Aury en ese momento, aprovechándose de su debilidad tras recorrer la mazmorra ponzoñosa.

Los protagonistas acababan con su forma y perdían el contacto que suponía Geradt. Además, Ostor había sido herido de muerte en la contienda y era enterrado en las proximidades de la cueva; este suceso tan traumático despertaba en Maverik recuerdos de su otro yo de la Otra Línea. Sin embargo, y en concordancia con lo que estaba mostrando en la historia, llegaba el momento de otro corte, el final en esta historia.

Lany y Hiro caminaban por un desierto, todavía no nombrado, y se perdían en una tormenta de arena. Lo siguiente era una escena en la que Eva se encontraba con Celinne en mitad de un bosque, el personaje que cubriría el papel de maga negra e invocadora. Celinne iba acompañada de su mascota, un gato negro llamado Caith Sith, y salvaba a Eva de un ataque de goblins verdes. No obstante, ninguna de estas escenas se llegó a terminar y el desarrollo del juego se perdió en crear nuevos mapas, hacer un mapamundi submarino (como el que se podía hallar en Final Fantasy VII) y un mundo subterráneo, como el mapa de los enanos de Final Fantasy IV. No hubo conclusión: jamás se podrá saber qué ocurría con las dos líneas temporales, si Maverik era un «estigma» o no, o cuál era la gran amenaza que asolaba el mundo.

Obviamente, la mayor parte de esos conceptos han sido reciclados en nuestras partidas en Ylat. Analeen se transformó en Shadaleen (para evitar la broma del anal-), Malasthar y Éilerenn pasaron a formar parte de lo que sería Esseria, el Vórtice del Vacío —Apae— se convertiría en un Espíritu deífico y muchas más inspiraciones pasarían a formar parte de nuestro imaginario.

Escribir estos artículos ha sido largo, y no estoy nada orgulloso de la gramática ni la estructura, pero por fin he dejado plasmado el primer gran trabajo narrativo de mi vida. Fue un estrepitoso fracaso, pero ayudó a catapultar el resto de creatividades de lo que es ahora El Naufragio.

Espero que te haya sido interesante la lectura.


Este artículo pertenece a serie de publicaciones en las que Starkvind narra su primer intento de juego.

Imágenes: generadas por inteligencia artificial.

Por Maurick Starkvind

Aprendiz de escritor desde siempre, rolero empedernido desde los trece y nintendero desde los cinco. Empecé en esto de la creatividad porque no había dinero para los salones recreativos.