La comunidad autónoma de Cantabria se encuentra al norte de España, situada entre Asturias y el País Vasco. Por su localización portuaria, es hogar de varios seres sobrenaturales que han hecho de sus verdes campos, sus montañas y sus costas los dominios donde sobreviven, cazan y se dejan llevar por sus instintos más básicos.

Esta serie de artículos fueron redactados para un posible suplemento para Vieja Ciudad. Sin embargo, el proyecto lleva ya un año y varios meses parado, por lo que iremos liberando poco a poco en la bitácora.

Cantabria

Densidad de Población

Escasa, concentrada en la capital de provincia, Santander y en ciudades consideradas «importantes» como Torrelavega o Reinosa. Las zonas rurales aquejan de población envejecida.

Densidad de Población Sobrenatural

Poca; los escasos núcleos poblacionales que hay y su familiaridad provocan la migración hacia otras regiones de quien no pueda adaptarse a la estructura de poder establecida.

Zonas de Interés

• Santander (ciudad)
• Corrales de Buelna (territorio)
• Pináculo de Liencres

Esencias mayoritarias

Los vampiros tienen un santuario en Santander, ubicado en los subterráneos de la Catedral, que han logrado gracias a una frágil tregua con los hombres lobo de Corrales de Buelna. Éstos respetan el territorio vampírico, habiéndose apropiado de forma «no oficial» de las áreas rurales de la región.

Se han avistado cambiaformas osos y linces, por la cordillera de los Picos de Europa, aunque su presencia es inapreciable. Una creciente aparición de hombres «mule», una Esencia desconocida hasta el momento, se está empezando a notar en los municipios aledaños a Liencres.

Facciones y/o grupos de Interés

Una amplia manada de hombres lobo opera en la zona de Corrales de Buelna, vigilando sus tierras sagradas. Se les conoce como las Garras Telúricas y su líder es un individuo de pelo rubio, expresión confiada y forma lupina albina, que responde al nombre de Aullador de Plata; suelen someter a sus cachorros a ritos de iniciación humillantes y mortales.

La vida nocturna de Santander está controlada por una cábala de vampiros, sin un nombre formal, que decide qué establecimientos se vuelven de moda y cuáles no.

Hace medio año llegó a las costas de Liencres una puesta de huevos de «psandros», una especie alienígena vulgarmente conocida como hombres pez. Cuando éstos eclosionaron, se hallaron en un lugar desconocido, sin nadie que les guiase y tuvieron que adaptarse a la vida gracias a la memoria genética que su líder, la bella Lydia del Mar, pudo desarrollar. Sus motivos orbitan alrededor de la idea de perpetuarse y, por lo pronto, ya se han hecho con el control de varias empresas relacionadas con la pesca y la cría de peces.

Corrales de Buelna

Información rápida

Densidad de población

Baja; en temporada de fiestas (última semana de agosto, fines de semana de septiembre) puede subir a Media, de todos los visitantes de pueblos aledaños.

Ordenación urbana

Calles estrechas y antiguas, con carreteras de doble sentido de forma habitual. Pasan cerca la A-67, la autovía que conecta Cantabria con la meseta norte, y la carretera nacional 611, antigua vía de acceso a Palencia y Castilla-León.

Las conexiones entre distintas poblaciones se hacen mediante carreteras de doble sentido, de un único carril y en mal estado de conservación.

El aparcamiento es complicado en el municipio, ya que hay poco espacio para vehículos, ocupado principalmente por los coches de los vecinos. Conducción 14+.

Comercio legal

La gran cantidad de fábricas y granjas proporcionan empleo a los lugareños, aunque el negocio no funcione tan bien como antaño.

Comercio Ilegal

Escaso; salvo camellos particulares que se mueven entre círculos de clientes específicos, la manada de las Garras Telúricas los mantiene a raya.

Peligrosidad

Alta; la presencia de un lugar de poder antiguo atrae a amenazas sobrenaturales que, de otra forma, pasarían de largo en este lugar. Por la noche es especialmente peligroso pasear por el Valle de Buelna.

Actividad sobrenatural

Alta; los cachorros de los Garras Telúricas tienen la mala fama de provocar catástrofes y desgracias, además de la violencia explosiva de sus altos cargos.

Además de lo indicado en «Peligrosidad», por el Valle hay seres mitológicos causando problemas (como ojáncanos cabreados o culebres devoradores de ganado) pero los hombres lobo intentan solucionarlo de forma rauda.

Si alguien es descubierto por los Garras Telúricas fisgando por su territorio, lo peor que le pasará será un violento interrogatorio y una dolorosa expulsión.

Rostros

• Aullador de Plata
• Orejas Inquietas
• Faz de Sombras
• Guardián del Hogar
• El Duende Coprófago

Alianzas

Garras Telúricas (manada de hombres lobo de unos treinta individuos)

Puntos de interés de Corrales de Buelna

Manicomio de las Caldas de Besaya

Lo que parece en el exterior un agradable balneario donde descansar y relajarse oculta un siniestro secreto guardado a fuego entre los habitantes de esta recluida localidad.

Ubicado en un desfiladero de complicado acceso, a unos 5 kilómetros de Corrales, se accede por carreteras serpenteantes y carentes de medidas de protección elementales. 

Conocido como el Santuario de las Caldas de Besaya, este lugar es en realidad una institución mental dirigida por una siniestra y opaca organización que busca «sanar» a sus pacientes de una aflicción inexistente. Obviamente, hay algunos enfermos mentales auténticos, pero una buena parte de los ingresados son simples mortales que han descubierto secretos incómodos o han desarrollado la visión verdadera.

Sus operarios son tipos con facciones grises y fáciles de olvidar, quizás por su forma de ser o porque están embrujados con algún tipo de hechizo amnésico. Si uno intenta reservar alguna habitación o contratar sus servicios, será invitado a marcharse amablemente; no se pueden encontrar reseñas por internet ni testimonios grabados de cualquiera que haya estado dentro.

Acceder a este lugar por la noche es aterrador, y fantasmas, espectros y apariciones malévolas campan a sus anchas, atormentando a pacientes y personal por igual. Los Garras Telúricas creen que el Santuario está corrompido por la acción de una entidad sobrenatural demasiado poderosa para ellos y, porque nadie ha logrado acceder a las áreas más profundas del psiquiátrico, pero si viesen lo que mora en el interior se darían cuenta de que no van muy desencaminados.

La Media Luna

Este pub construido a mediados de los años 80 presenta un aspecto descuidado y rural, pero es una de los lugares más famosos de Corrales para salir a bailar y tomar algo los fines de semana. Se ubica en la salida norte de la ciudad, en la glorieta de la Calle San Cipriano; tiene dos plantas: la primera es el bar, con una pista de baile y una zona de baños amplia. La segunda planta contiene otra pista de baile más pequeña y una selección de habitáculos conocidos como «reservados», para los clientes más exquisitos.

Lo dirige Juan Torres, el padre biológico de Aullador de Plata, el líder de las Garras Telúricas. Juan es un hombre lobo retirado, que antaño fue un empresario de éxito pero que los continuos enfrentamientos con otros cambiantes le dejaron algo convaleciente. Se cree que renunció a su naturaleza salvaje y ahora se dedica a actuar como observador y broker de información para su hijo y sus aliados.

Terreno de los Garras Telúricas

Esta amplia urbanización de varias casas, campos y graneros se encuentra ubicada en la zona noreste de Corrales de Buelna, alejada lo suficiente de la civilización. Fue construida por Juan Torres y su manada hace treinta años, y desde entonces se ha ido expandiendo para adaptarse a la necesidad de los Garras Telúricas.

La casa principal es un chalet de tres plantas, con las paredes exteriores pintadas de verde, con clara inspiración americana, corona el centro de la urbanización, y las demás edificaciones han ido levantándose a su alrededor.

El resto de viviendas son chalets o casas monofamiliares que no destacan demasiado. Como los Garras de Telúricas son hombres lobo a medio camino entre lo salvaje y lo urbanita, el terreno no está muy cuidado, pero tampoco se encuentra en mal estado.

Aullador de Plata ha instalado cámaras de seguridad por toda la zona, para controlar quién entra y sale, y por dónde se mueve. Además, ha invertido en tecnología punta para aumentar la vigilancia, incluso con drones espía y ametralladoras automáticas.

Uno de los hombres lobo está siempre merodeando por el terreno en busca de intrusos o peligros. Si se ve amenazado, porta un dispositivo de alarma inalámbrico para avisar al resto de la manada.

Caverna de Poder

Este es un lugar sagrado, encontrado por cántabros de la antigüedad, mucho antes de la invasión romana. La caverna está en las profundidades del complejo de túneles de la Cueva Hornos de la Peña, a unos 13 kilómetros de Corrales de Buelna, y para acceder al epicentro hay que arrastrarse a través de galerías angostas y descender por barrancos interiores bastante peligrosos.

Cuando uno es capaz de llegar a la Caverna de Poder, podrá encontrar runas talladas en la roca desnuda; algunas de estas inscripciones son mágicas, y permiten teletransportarse desde el interior hacia la salida y viceversa con tan sólo pronunciar las palabras y pensar en la Caverna de Poder.

La caverna posee una bóveda natural, de unos cuatro metros de altura, repleta de estalactitas afiladas y manchas de colores anómalos. Durante el Solsticio de Verano, en el centro de la caverna, se forma una esfera de energía, de color rosáceo, con vetas verdosas y palpitantes, que se va expandiendo durante la noche hasta culminar en un estallido de luz que se alcanza a ver en el exterior.

Cuando los hombres lobo encontraron este lugar, comprendieron que se trataba de uno de los míticos lugares de poder, zonas ubicadas estratégicamente en las líneas ley del planeta que facilitan tejer magia y lanzar hechizos.

Durante todo el año, la Caverna de Poder está inactiva aunque usar poderes en su interior otorga un +1 a la tirada. Sin embargo, uno puede amplificar el alcance de sus poderes sobrenaturales si absorbe la misteriosa esfera cristalina que se forma y la emplea como foco para lanzarlos. 

Hasta la fecha, nadie ha logrado hacerlo. Una de las importantes tareas de los Garras Telúricas es proteger este lugar: mínimo cuatro hombres lobo están en las proximidades y/o en el interior, y no mostrarán un ápice de piedad a los intrusos.

Rostros de Corrales de Buelna

Aullador de Plata

Un hombre caucásico, rubio, de ojos azules y sonrisa descarada, en su treintena. Suele vestir de punta en blanco y presumir de sus orígenes nobiliarios, ya que su nombre es Felipe de Tormes, un supuesto nieto bastardo de una famosa duquesa. Es el líder de la manada de hombres lobo «Garras Telúricas» e hijo no reconocido de Juan Torres, el dueño del pub «La Media Luna».

Lleva consigo, siempre, una espada de plata hechizada con un conjuro que le permite transformarla en un tatuaje y viceversa. Cuando debe asumir sus formas lupinas, es un lobo blanco, corpulento y con los ojos inyectados en sangre.

Es un individuo autoritario, cruel, aficionado al nepotismo y preocupado con sus ganancias personales o monetarias. Trata a sus compañeros de manada como meros peones, salvo a un par de ellos que les considera sus iguales (dentro de su particular concepto de igualdad).

Cree que mantiene una débil tregua con Rodrigo Román, el príncipe vampírico de Santander, pero no cesa de buscar oportunidades para derrocarlo y hacerse con la ciudad. 

Orejas Inquietas

El aspecto de este corpulento individuo intimida: unas espaldas gigantes, una pronunciada barriga, una barba espesa y descuidada, y una melena abundante, similar a un estropajo. Su ropa está ajada, sucia y maloliente, y cuando camina parece un troglodita borracho.

Cuando asume sus formas lupinas, es un enorme lobo pardo, con cicatrices por todo el cuerpo y una boca enorme.

Su nombre real es Karl von Gustaffen, un hombre lobo alemán que fue exiliado de su antigua manada por motivos raciales. Ahora que vive en España, ha adoptado el nombre de Carlos.

Orejas Inquietas es la «memoria» de la manada, quien se encarga de recordar las tradiciones e instruir a los recién llegados. Sin embargo, debido a su actitud hosca, no lo suele hacer o, cuando lo hace, ya es demasiado tarde.

Una de sus tareas consiste en identificar a posibles cachorros y ayudarles a controlar sus poderes, además de someterlos a pruebas de iniciación y asignarles un «nombre de manada».

Faz de Sombras

Un individuo de mediana edad, casi entrando en los cincuenta, con un rostro alargado, cadavérico y piel cenicienta. Su larga melena lacia y negra le llega hasta la cintura, aunque suele llevarla en una coleta. Viste con camisas de franela y chorreras, pantalones ajustados de la más exquisita tela y gusta de utilizar perfumes exóticos.

El nacimiento de Faz de Sombras fue catalogado por el antiguo chamán de la manada como una calamidad: su madre fue asaltada por una entidad demoníaca de más allá del velo y fue concebido en pecado. Se cree que su licantropía fue parte de la maldición que arrastra. 

Debido a que su nacimiento fue un evento de lo más normal, su progenitora decidió cuidarlo y darle el nombre de Francisco. Cuando alcanzó la mayoría de edad, viajó por todo el mundo en busca de más conocimiento y ampliar sus capacidades como místico lupino.

Ahora, Francisco Expósito ostenta el honorable título de «vidente» de la manada, el místico más experimentado de los Garras Telúricas. Es quien se encarga de reconocer las amenazas sobrenaturales, de realizar los rituales y conjuros necesarios, y tratar de forma “desinteresada” con otros despertados. 

Entre sus muchos logros se encuentra el ritual que desintegra un Mago o un Hada y lo transforma en energía mágica que potencia los poderes lupinos. Cuando debe asumir sus formas lupinas (cosa que odia), es un raquítico perro lobo, de pelaje marrón-grisáceo con calvas y patas huesudas.

Guardián del Hogar

Un tipo fibroso, en buena forma, que viste como si estuviera anclado en los años 80: con chupa de cuero, gafas de sol, pantalones de vinilo y botas militares. Tiene un tupé moreno que se arregla cada mañana con esmero.

Faustino Fernández descubrió su naturaleza lupina cuando estaba dando un concierto improvisado en Puente de Vallecas, Madrid. La actuación no agradó demasiado a los espectadores y comenzaron a tirarle botellas, desechos y piedras. Cuando se despertó, desnudo, lleno de sangre, tripas y detritus humano, en un contenedor de plástico en mitad del Valle de Buelna, no se tomó nada bien su nueva condición.

Desde entonces ha ideado miles de excusas para no encargarse de sus tareas como miembro de los Garras Telúricas. A pesar de que ya se podría decir que es un veterano, Guardián del Hogar prefiere pasarse la mayor parte del tiempo en la urbanización de la manada, viendo la televisión, que siendo un hombre lobo.

Esto no quita que sea igual de violento que sus congéneres; de hecho, es Faustino quien idea las pruebas de iniciación más humillantes, quien pone los motes más insultantes y quién falta al respeto hasta a Aullador de Plata.

Cuando asume sus formas lupinas, es un lobo negro, muy estilizado, de ojos azules y movimientos felinos.

El Duende Coprófago

Un hada condenado a pasar el resto de su existencia en el Manicomio de Caldas. Antaño fue un poderoso trenti con la capacidad de conceder deseos a aquellos que eran amables con él, pero desde que fue capturado, sus capacidades sobrenaturales se han retorcido de la forma más cruel.

Quien encuentre al Duende Coprófago alimentándose de excrementos en el interior de los pasillos del Manicomio, puede pedirle un deseo, que se verá cumplido en los siguientes días a la petición (si es que el miserable sobrevive). 

Pero —siempre hay un pero— la petición será satisfecha de la forma más retorcida y cruel posible: si uno pide ser millonario, aparecerá en su casa una bolsa de dinero procedente de un atraco; si uno pide que alguien muera, esa persona morirá pero parecerá un asesinato con todas las pruebas incriminatorias en manos de la policía y si uno pide que alguien resucite, esa persona volverá a la vida en las mismas condiciones en las que esté el cadáver. 

No se sabe por qué el Duende Coprófago hace estas cosas, si en realidad no sale beneficiado. Él sólo quiere comerse los excrementos de los pacientes del manicomio, es lo único que le hace feliz.

Imagen: Mirador del Gedo, Corrales de Buelna